La Universidad de Zaragoza (UZ) celebra este martes su festividad inmersa en un clima de colaboración tanto con el Gobierno de Aragón como con el resto de instituciones, tras los últimos acuerdos para aumentar las plazas de Ingeniería Informática o la implantación completa del grado de Medicina en Huesca, como han puesto de manifiesto tanto el presidente autonómico, Jorge Azcón, como el rector, José Antonio Mayoral, que han presidido el acto solemne, celebrado en el Paraninfo.
Esta será la última festividad de la institución académica con José Antonio Mayoral como rector, que finaliza a final de año su mandato, del que ha destacado el «singular» acuerdo de financiación, suscrito en 2022, y en el que espera abordar en los últimos meses la aplicación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y dejar trazado el plan de infraestructuras para los próximos años.
Mayoral ha reconocido que afronta este día con una cierta «nostalgia», pero satisfecho con lo logrado con gobiernos y consejerías de diferentes colores políticos. «En Aragón, todo el mundo habla y llega a acuerdos, aunque luego tengan discrepancias», ha resaltado.
«Una cosa es que sea el último San Braulio --festividad de la UZ-- del rector y otra que no vayamos a hacer un acto de despedida porque yo tengo intención de que le despidamos acorde al magnífico trabajo que ha hecho durante todos estos años», ha expresado el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón.
El presidente aragonés ha aplaudido el «magnífico trabajo» que hace la UZ en los distintos campus que tiene a lo largo de la comunidad autónoma y ha apostado por trabajar «de la mano» y en «colaboración leal» para lograr los retos de futuro para dar respuesta a las necesidades de la sociedad.
Retos: tecnología o medicina
Así, ha señalado que ambas instituciones han dado un primer paso relacionado con la tecnología, pero quieren que este plan se extienda en los próximos años y ayude a generar un ecosistema alrededor de un sector que va a ser un «motor fundamental» de la Universidad, con «importantísimas» inversiones que están llegando y «van a seguir viniendo» a Aragón.
A ello ha sumado que la institución universitaria está realizando «un esfuerzo muy importante» que, a partir del próximo curso, los estudiantes que empiecen el grado de Medicina en Huesca puedan acabar su titulación en la capital altoaragonesa.
Ello significará, ha continuado, que «podamos mandar más titulados al examen MIR» en un momento en el que «Aragón necesita más sanitarios, más médicos y más enfermeras», especialmente en los centros del ámbito rural.
Por su parte, el rector ha recordado que, este mismo lunes, el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón ha recibido la acreditación Severo Ochoa a la Excelencia Científica y ha ahondado en la necesidad de implementar una estrategia de futuro con «luces largas».
De esta forma, ha reivindicado que la UZ, a pesar de ser una de las universidades más antiguas del país, sigue siendo «muy activa», lo que es «esencial» para el futuro de Aragón.
Con respecto a la aplicación de la LOSU, ha abogado por llamar «a la concordia» y a tratar a la Universidad como «algo esencial».
Mayoral ha emplazado a que termine su mandato antes de hacer un balance de su gestión al frente de la institución académica, pero ha destacado que se ha conseguido que la sociedad perciba la Universidad como «que está metida dentro de ella».
«La ciudadanía tiene que percibir que la Universidad hace algo por ella», ha remachado, en cuestiones como la llegada de empresas, la formalización de patentes o el estudio de cuestiones de interés social, como la prevención del suicidio, con una campaña lanzada el año pasado. «Que nos perciban y nos utilicen», ha insistido.
Azcón pide más financiación
Por su parte, en referencia a la LOSU, Azcón ha recordado que el Gobierno de Aragón hace «un esfuerzo importante» por financiar la UZ, con lo que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuando toma decisiones, tiene también que facilitar la financiación de las mismas.
«Las cosas buenas de la UZ necesitan financiación», ha puntualizado, en referencia a la creación de institutos o nuevas plazas.
A su juicio, el Ministerio tiene que ser «sensible» a las «justas peticiones» de la comunidad universitaria y debe ser consciente de que sus decisiones «cuestan dinero».
Desarrollo del acto solemne
El acto ha comenzado con la formación de la comitiva académica y de autoridades que, precedida de los maceros, se ha dirigido a la sala Paraninfo. La ceremonia ha empezado con el homenaje a los miembros de la comunidad universitaria que han pasado a la situación de jubilación, en reconocimiento a su dedicación y entrega generosa en el trabajo.
A continuación, la catedrática de Paleontología, María Laia Alegret, ha impartido la alocución 'La especie que cambió el clima del futuro y se asustó leyendo el pasado', en la que ha resaltado la importancia de esta disciplina, cuyas múltiples aplicaciones son generalmente desconocidas por gran parte de la sociedad.
La paleontología estudia los fósiles, que son evidencias de la vida del pasado, para analizar el origen y evolución de los organismos, los ambientes en los que vivieron y las interacciones entre ellos. No se limita a estudiar el pasado como algo muerto, sino que contribuye a comprender la vida y los ecosistemas actuales, poniendo en contexto incluso a la especie humana.
No obstante, va mucho más allá: se proyecta al futuro y es fundamental para conocer la respuesta del planeta a eventos globales. Por ello, la doctora Alegret se ha centrado en la contribución de la paleontología a uno de los grandes retos a los que se enfrenta la civilización: el cambio climático, desde la perspectiva temporal que aporta el registro geológico y paleontológico.