Trabajadores de Mecaner de Urduliz (Bizkaia) han calificado de «obscenidad» que instituciones públicas como los gobiernos vasco y central den ayudas públicas a multinacionales como Stellantis, que «cierran plantas» como la vizcaína y destruyen empleo «para llevarse la producción a otro punto del planeta en busca de mayores beneficios y mayor precariedad laboral».
Portavoces de la mayoría del comité de empresa de la planta, que ostentan CCOO, LAB y ESK, con siete de sus nueve delegados (ELA tiene dos y no secunda sus movilizaciones conjuntas), han trasladado este mensaje durante la concentración que han realizado ante la sede del Gobierno Vasco en Bilbao.
Durante la protesta han exigido al Ejecutivo autónomo, como al resto de instituciones públicas, que utilicen «todas las herramientas a su disposición para garantizar el futuro de Mecaner» y su intervención «directa» para evitar este cierre, que supone el despido de sus 148 trabajadores.
Tal y como han denunciado Unai Mirasolain (LAB) y Juan Mari Cruz (ESK), al tiempo que Stellantis anunció en 2023 el cierre de Mecaner, «esta multinacional recibió más de 68 millones de euros de manos del Gobierno español en concepto de ayudas PERTE».
Para el comité, resulta «una obscenidad que se dé dinero público a una empresa que se dedica a cerrar empresas y a destruir empleo» cuando su decisión es «una deslocalización de libro» con la que este fabricante de componentes para automoción «solo pretende llevarse la producción a otro punto del planeta en busca de mayores beneficios» cuando, tal y como han remarcado, «sabemos que Mecaner es rentable y que tiene futuro en Urduliz».
Es por ello, han proseguido, que exigen al Gobierno español «la paralización de la entrega de ayudas a la multinacional Stellantis mientras continúe con sus intenciones de cierre de Mecaner».
En cuanto al Gobierno Vasco, han reiterado su petición de que impulse «una política industrial activa que permita afrontar los retos de sostenibilidad del futuro con otras alternativas que no sean el lento pero continuo cierre de empresas» y que apueste por una reconversión industrial que sirva para mantener el empleo en la comarca".
«De poco sirve exigir el control de las transferencias, si luego no se ponen de manera activa al servicio de la ciudadanía y solo se utilizan para favorecer a las empresas», han lamentado.
Tras una pancarta donde podía leerse «Gobierno Vasco, ¿qué vas a hacer?», los trabajadores han coreado lemas como «Stellantis avaro, nos dejas en el paro» o «Diputación, solución».
Asimismo, los concentrados han trasladado al conjunto de instituciones que «es hora de asumir compromisos y responsabilidades por una industria con y de futuro», lema también plasmado en su pancarta y en las octavillas que han repartido a los viandantes.
En este punto, los portavoces de la mayoría sindical en el comité han recordado que, desde que la empresa les comunicó el cierre de la planta el pasado septiembre, «este comité de empresa ha hecho un maratón de reuniones con todas las instituciones».
En concreto, han enumerado, el Departamento foral de Promoción Económica; los de Trabajo y Empleo y Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, así como grupos parlamentarios del Parlamento Vasco e, incluso, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en todo momento, han incidido, para «buscar su colaboración en defensa del futuro de Mecaner».
Sin embargo, han lamentado, «hoy, seis meses después de tocar a su puerta, siguen sin querer asumir ni responsabilidades ni compromisos» y siguen, además, «dejando en manos de la multinacional Stellantis el futuro de una empresa y de 148 trabajadores y trabajadoras de aquí».
Desde su perspectiva, el cierre de Mecaner «no responde a una situación de crisis, sino a la avaricia de una empresa que sólo mira los números de su cuenta de explotación».
A pesar, han añadido, de que la planta vizcaína ha dado beneficios durante los últimos años y «no le ha faltado carga de trabajo hasta que el grupo Stellantis ha decidido preparar el terreno para facilitar su cierre».
"recta final del conflicto"
En este punto, y tras recordar que el pasado lunes se les comunicó el inicio del periodo de consultas del ERE, la plantilla entiende que se ha entrado «en la recta final del conflicto».
A partir de ahora, y tras «seis meses muy duros, donde cada día costaba más levantarse», desde el comité y la plantilla han anunciado que no pierden «la esperanza de conseguir parar las intenciones de la dirección de la empresa».
El comité ha confirmado que el próximo día 12 han sido convocados a la primera reunión del periodo de consultas, tras constituirse la mesa de negociación del ERE.
Una vez que se les presente toda la documentación, «empezaremos con el tema de las negociaciones y conversaciones» han explicado aunque, en todo caso, han puntualizado, «hasta ahora» no han querido hablar con ellos y, además, no han recibido hasta la fecha «apoyos de ningún lado».
Preguntados por si consideran que la planta tiene viabilidad, los portavoces sindicales han hecho hincapié en que la tiene desde el momento en que acumula resultados positivos y el grupo arroja miles de millones de beneficios y, además, reciben dinero en subvenciones.
A su juicio, «no tiene sentido que reciban ciertas ayudas públicas desde los gobiernos, en lugar estos de ayudar a otras empresas más pequeñas que lo necesitan más».
Respecto a si confían en lograr algún resultado tras el periodo de consultas, se han mostrado escépticos, aunque les gustaría que esta situación se revirtiera para poder mantener los puestos de trabajo.