Diferentes colectivos republicanos, sociales y políticos de Irun han reclamado al Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana que no se derribe el pabellón de 'Pequeña Velocidad', «único campo de concentración de Gipuzkoa que queda en pie».
En rueda de prensa, los convocantes han defendido que el edifico es «un lugar en el que han ocurrido sucesos históricos muy importantes en la ciudad» y han incidido en que «las personas que lo ocuparon no solo sufrieron la represión franquista».
«Entre sus paredes se puede experimentar e imaginar las condiciones en las que estaban. El mantenerlo en pie supone para nuestra ciudad mantener un lugar en el que se puede homenajear, recordar, comprender nuestro pasado, educar a futuras generaciones», han defendido.
Tras pedir que el espacio sea declarado lugar de memoria, y sea así «respetado en los desarrollos urbanísticos que se lleven a cabo», han subrayado que la instalación es «un lugar idóneo para crear el Museo de la Memoria».
«Para moverse entre sus paredes y sentir nuestra historia en ellas. Para poder conocer nuestro pasado y también nuestro presente a la vez que formarnos y educarnos para evitar la repetición de estos hechos», han finalizado.