El centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia ha presentado este jueves en San Sebastián tecnologías de robótica médica pioneras a más de 50 personas, de empresas vascas y nacionales, cuyo objetivo es potenciar la competitividad del sector y, al mismo tiempo, «ofrecer un mayor impacto social mediante la mejora de la calidad de vida de las personas».
Andrea Sarasola, investigadora y gestora de proyectos de Salud de Tecnalia, ha explicado que «la robótica puede solucionar problemas que no están resueltos». «Las tecnologías médicas son productos, servicios o soluciones que se utilizan para mejorar la vida y la salud de las personas. En sus múltiples formas, te acompañan en todo momento, desde la prevención hasta el diagnóstico y el tratamiento», ha añadido.
Según ha apuntado, «el reto está en hacer un desarrollo para que los robots puedan adaptarse a las necesidades de cada usuario o empresa y ayudar así a que sean más competitivas. De hecho, algunos de estos robots pueden tener su aplicación no solo en el sector sanitario, sino también en el industrial».
Entre las tecnologías presentadas, destacan un sistema robotizado para bioimpresión 3D para implantes de cartílagos, sistemas robóticos tanto para la rehabilitación de ictus como para que funcionen a modo de tercera extremidad artificial, robots teleoperados para extremar la precisión quirúrgica y un novedoso servicio de evaluación del uso de exoesqueletos como herramienta de prevención laboral.
La bioimpresión 3D robotizada desarrollada por Tecnalia realiza implantes de cartílago, directamente en el paciente durante la intervención quirúrgica, imprimiendo con biotintas hechas de material biológico que sigue la misma geometría del defecto del hueso y es además biocompatible con el paciente, evitando así el rechazo del implante. Actualmente se están imprimiendo modelos en laboratorios, e incluso implantes que posteriormente se injertan en el paciente durante la cirugía.
Durante la jornada se ha presentado también un exoesqueleto robótico para rehabilitar a pacientes de ictus, basado en bioseñales. El sistema une la intención de movimiento del paciente, decodificada a través de las señales eléctricas de su cerebro y/o músculos, con el movimiento de un exoesqueleto sujeto a su brazo paralizado, activando así los mecanismos de neuroplasticidad que permiten a los humanos reaprender una función perdida tras un ictus.
Las empresas han podido conocer otro brazo robótico que funciona a modo de tercera extremidad artificial. En el ámbito sanitario, es una herramienta con la que los cirujanos podrían llevar a cabo tareas que requieran de una sincronización especializada por la manipulación de tres instrumentos quirúrgicos. Tiene también cabida en otros ámbitos, para manipular objetos, por ejemplo, en entornos industriales y artesanales, e incluso para controlar ordenadores y teléfonos móviles.
Por otro lado, Tecnalia ha presentado un robot teleoperado, que repite los movimientos que realizan los brazos y manos de la persona que utiliza unos 'joysticks'. También puede recibir la sensación táctil de apriete y fuerza sobre la pieza, gracias a los sensores de fuerza situados en las garras del robot.
«Hay robots comerciales utilizados en cirugías, que mejoran la precisión y ergonomía del cirujano en operaciones mínimamente invasivas. Se utilizan también en otros sectores para la manipulación de materiales peligrosos o en entornos con riesgo para el ser humano», han apuntado desde el centro tecnológico vasco.