El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido el modelo de gestión «riguroso, responsable y serio» por el «bien común» y sin prometer «imposibles» que ha realizado en estas tres legislaturas, frente al auge del «egosistema» y actitudes «irresponsables». Además, ha reprochado la imagen que se ha dado de Euskadi, con 2.700 huelgas desde 2012, y dice que las empresas necesitan estabilidad y seguridad jurídica pero también un clima económico-social que «resulte de interés».
«El primer requisito para que exista trabajo y buenas condiciones laborales es contar con empresas que quieran mantenerse e instalarse en nuestro país», ha subrayado.
Urkullu, que ha participado en el Foro Deia, con un discurso sobre los retos del futuro, ha recordado que su mandato como Lehendakari llegará a su fin este año, cuando se celebrarán las elecciones autonómicas vascas a las que no volverá a concurrir como candidato del PNV a la reelección después de tres legislaturas al frente del Gobierno Vasco.
En esta tesitura, en la que todavía Iñigo Urkullu no ha anunciado la fecha de los próximos comicios, que él debe convocar, ha asegurado que estos años lo que mayor satisfacción le ha producido está «vinculado a tres conceptos: Pertsona helburu (la persona como objetivo), Auzolana (el bien común), Euskadi-Basque Country», así como «la capacidad demostrada de resistencia, resiliencia y evolución».
"Estas ideas representan la máxima expresión de nuestra cultura de respeto a la dignidad de la persona, la cooperación y desarrollo en busca del bien común, y a la proyección de Euskadi en el concierto
internacional", ha asegurado.
En el lado opuesto, tal como ha destacado, sus preocupaciones tiene que ver con «el eco minoritario de actitudes individualistas, victimistas o demagógicas», lo que se traduce en "el auge de la cultura
del 'yo' sobre el 'nosotras y nosotros', es decir, el 'egosistema'.
A su juicio, los grandes avances de estas tres legislaturas «son la paz y el trabajo por la convivencia; el empleo y la prosperidad; la superación de la concatenación de crisis; o la internacionalización de Euskadi y la defensa y desarrollo de nuestro autogobierno».
Según ha resaltado, todas ellas con «logros colectivos, fruto de un modelo de País, de un trabajo de país, fruto de un modelo que sigue siendo válido y de referencia para afrontar los retos de futuro: crecimiento inteligente y desarrollo sostenible».
Iñigo Urkullu ha explicado que es un modelo basado en las «Cinco P» propuestas posteriormente por Naciones Unidas: Personas, Prosperidad, Planeta, Paz, Alianzas, a las que suma autogobierno.
Urkullu ha recordado que el paro se ha reducido a menos de la mitad en diez años: del 16,6 al 7,5%, con 1.012.947 personas trabajando y cotizando y ha asegurado que la creación de empleo «es un éxito colectivo».
El Lehendakari ha manifestado que la preocupación y el reto de presente y futuro es lograr que «el empleo mejore en calidad», sobre todo, a los jóvenes, que, a menudo, «se topan con problemas y condiciones laborales que dificultan su emancipación», por lo que cree que hay que revertir esa situación.
A su juicio, de la resistencia y la resiliencia se debe pasar a la evolución afrontanco cuestiones clave como «formación excelente y en valores, empleo sin brechas intergeneracionales en las condiciones laborales y Parque público de vivienda».
Urkullu ha recordado la crisis financiera y económica internacional de 2008, que fue el comienzo de «una larga pesadilla» y ha citado la crisis migratoria, la pandemia, la invasión unilateral de Ucrania, problemas de suministros, inflación e incremento del coste de la vida, o consecuencias de la guerra entre Hamás y el Gobierno de Israel.
Según ha apuntado, se vive un contexto «complicado y volátil», y también «impredicible» con consecuencias «directas» en la vida cotidiana que todos están padeciendo.
Poder adquisitivo
El Lehendakari ha afirmado que es cierto que la ciudadanía vasca, como en todo el mundo, «ha perdido poder adquisitivo» y, en la actualidad, hay una «menor capacidad de compra».
«Las crisis conllevan peajes que debemos pagar de manera directa o indirecta, nos guste o no. Es fundamental aceptar este hecho. Asumir que no es posible recuperarnos de la noche a la mañana. Que no se pueden cargar sobre el presupuesto público todos nuestros problemas, necesidades o prioridades», ha añadido
Urkullu ha afirmado que es necesario «tomar consciencia, y conciencia, de la realidad presente», así como de las «repercusiones futuras» de las decisiones, por lo que ve necesaria la asunción de la corresponsabilidad.
"¿Alguien se ha preguntado cuánto supondría dar respuesta, por ejemplo, a la exigencia de aumentar un 10% el salario de todas y todos los funcionarios del Gobierno Vasco? Casi 600 millones de euros.
Con ese dinero, cada año, podríamos construir cinco Hospitales; adquirir diez ordenadores cuánticos o construir 73 Institutos", ha asegurado.
En este sentido, ha advertido de que «quien promete sin límite, quien afirma que todo es posible», está «jugando» con el futuro de la sociedad y es una actitud «irresponsable y egoísta».
Iñigo Urkullu ha asegurado que se afronta «un alto riesgo», el de creer que lo que se tiene está garantizado y pensar que «son siempre otros los responsables de los problemas y males» porque «no es así».
En este sentido, ha manifestado que «la imagen de conflicto continuo, la estrategia de huelga tras huelga tiene sus consecuencias». ¿Nos preguntamos por la imagen de un País que, desde 2012, ha tenido 2.700 huelgas? ¿Nos preocupamos por las consecuencias de albergar la mitad de las huelgas de todo el Estado? Ante todo: pertsona helburu. El primer requisito para que exista trabajo, y buenas condiciones laborales, es contar con empresas que quieran mantenerse e instalarse en nuestro país", ha añadido.
A su juicio, a las empresas se les debe ofrecer estabilidad y seguridad jurídica como país pero también «un clima economico-social que resulte de interés» y también «seguir siendo competitivos».
En este sentido, ha defendido una competitividad, basada en la innovación, investigación e internacionalización a través de la «responsabilidad compartida, el diálogo permanente y la colaboración». En su opinión, es el modelo que les ha permitido superar momentos de «máxima complejidad».
Iñigo Urkullu ha destacado que Euskadi cuenta con espacios de diálogo y negociación, se ha fortalecido el Consejo Económico y Social, el CRL o la Mesa de Diálogo Social y se han convocado Ofertas Públicas de Empleo, «incrementando el personal y reduciendo la interinidad».
Según ha subrayado, se ha logrado porque se cuenta con tres activos «determinantes» como son autogobierno, Concierto Económico y Modelo de «gestión riguroso, responsable y serio, que no promete imposibles».
El Lehendakari, Iñigo Urkullu ha afirmado que, ante la difícil tesitura de estos últimos años, «en plena adversidad», Euskadi ha logrado mantener «el crecimiento económico y la cohesión social» y ha destacado que «el modelo inclusivo participativo de empresa es un ejemplo de respuesta a los retos de futuro».
«La corresponsabilidad, y profundizar en las enseñanzas de la economía social, representa una inversión para lograr una sociedad más cohesionada», ha añadido.
También ha destacado que las cuentas públicas vascas están saneadas, se cuenta con «una solvencia acreditada internacionalmente» y Euskadi es la comunidad «menos endeudada del Estado», lo que permitirá lanzar una nueva emisión de «Bonos Sostenibles Euskadi» que, en su conjunto, reportarán 5.000 millones de euros.