La Policía Nacional ha ratificado en el juicio que se celebra contra un hombre acusado de asesinar en marzo de 2021 a su exmujer en Torrejón de Ardoz que el acusado compró apenas media hora antes del crimen un cuchillo de sierra, una paleta de obra, un cúter y unos guantes de cristalero, objetos que se encontraron al lado del cadáver de la víctima y que apuntan a que habría planificado el asesinato.
La declaración de los agentes desmonta la versión del procesado, quien mantiene que la tarde del 2 de marzo de 2021 acudió a ver a su exmujer con la intención de tratar un problema que tenían con su hijo menor y no a matarla.
Julián P. se enfrenta a una petición fiscal de veinticinco años de cárcel por un delito de asesinato. Su abogada solicita que se le exima de responsabilidad penal por una eximente completa de trastorno depresivo, aunque de forma subsidiaria plantea una eximente incompleta y una atenuante por arrebato u obcecación.
Poco antes del asesinato, las cámaras de seguridad de un centro comercial próximo al lugar de los hechos captaron cómo Julián dejaba el coche y salía con una bolsa de plástico. Tras matar a Mari Carmen, volvió al parking y salió de nuevo con su vehículo. Las cámaras captaron también cómo tiró el móvil de la fallecida a una papelera de este centro comercial.
Los agentes que acudieron a la escena del crimen encontraron al lado del cadáver de la mujer un cuchillo de sierra roto, un cúter y una paleta de obra. En la bolsa localizaron un ticket de compra de estos objetos.
Según los agentes, los vecinos escucharon a Mari Carmen pedir auxilio "socorro, socorro, qué me mata!. En ningún momento mencionaron que hubiera una discusión previa entre el acusado y la víctima. Para impedir que los vecinos salieran a auxiliar a la mujer, el hombre bloqueó varias puertas con su cuerpo.
Las cámaras del edificio grabaron igualmente cómo el acusado entraba rápido y nervioso en varios portales buscando a la víctima hasta que la encuentra. El cuerpo de la asesinada, de cúbito supino en el rellano, presentaba heridas defensivas en la mano de las que se extrae que trató de evitar el ataque.
La abogada del acusado defendió ayer que su cliente sufrió un arrebato después de que la mujer le diera con el palo de una fregona en la cabeza en el transcurso de una acalorada discusión.
Mari Carmen, de 46 años, murió sobre las 9.30 horas en el rellano del inmueble donde limpiaba las escaleras en la Avenida de la Constitución de Torrejón de Ardoz. Llevaba separada tres años y tenían dos hijos en común.
El hombre la acosaba e iba a su puesto de trabajo, pero ella no quiso denunciar porque suponía dejar de ver a uno de sus hijos al tener la custodia el padre. Julián vivía en el mismo bloque de viviendas que Mari Carmen en casa de sus padres.
El procesado fue detenido en el Parque Europa de Torrejón tras llamar a su hijo, quien condujo a los agentes de la Policía Nacional al punto concreto donde se encontraba su padre.