PSPV y Compromís reclaman al 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, que «tome medidas» y exija «mesura y rigor a sus consellers» tras la carta «xenófoba» enviada por la responsable de Justicia e Interior, Elisa Núñez (Vox), al ministro Fernando Grande-Marlaska para instarle a «poner fin a la inseguridad» ante las últimas agresiones sexuales grupales cometidas por «marroquíes», en sus palabras.
La consellera remitió este miércoles una misiva al ministro en la que urgía al Gobierno a adoptar medidas efectivas para combatir la «ola de delitos», en concreto por las últimas agresiones sexuales grupales registradas en la Malva-rosa de València y en Dolores (Alicante) por parte de «individuos de origen marroquí». «España en general y la Comunidad Valenciana en particular está viéndose arrasada por una ola de delitos jamás vistos, unos delitos que en ocasiones provienen de otras culturas en los que la vida humana y la fórmula de la mujer son totalmente denostadas, que no se tienen en cuenta para nada», escribió.
El Ministerio del Interior contestó pidiendo a la consellera que «abandone la propaganda y la difusión de bulos para aproximarse con seriedad al fenómeno de la criminalidad».
Desde los grupos de la oposición en Les Corts, el PSPV considera que Mazón ha cometido una «grave irresponsabilidad» al poner al frente de la Conselleria de Justicia a «una persona que con su discurso fomenta el odio y la xenofobia y que genera alarma con sus mentiras»
«Es intolerable que desde el Consell se criminalice a las personas asociando multiculturalidad con delincuencia. Por ello, exigimos a Mazón que tome medidas», manifiesta la diputada socialista Alicia Andújar en declaraciones remitidas a los medios.
El PSPV considera que estos discursos «de claros tintes racistas y, por supuesto, sin ningún tipo de rigor» son impropios del cargo que ostenta Núñez. «Si Mazón no para los pies a la dirigente de ultraderecha, él será responsable de seguir alimentando la crispación y fomentando la violencia y la ruptura de la convivencia en la Comunitat Valenciana», advierte.
En la misma línea, Compromís denuncia que «Núñez utiliza la Conselleria de Justicia para promover sus delirios xenófobos y racistas carentes de ningún cimiento real ni contrastado, fruto de una ideología neofranquista muy peligrosa para la convivencia social».
«Es inaceptable que un cargo público del Consell se convierta en el altavoz del racismo y la xenofobia --manifiesta la portavoz adjunta Isaura Navarro en un comunicado--. El Ministerio ya ha reprochado a Núñez que se dedique a propagar mentiras, pero la responsabilidad final es de quien la ha nombrado consellera. Carlos Mazón debería de exigir mesura y rigor a sus consellers, no se puede permitir que la xenofobia se instale así en el gobierno de todos los valencianos».
Compromís pide declarar la comunitat libre de racismo
Es por eso por lo que Compromís ha registrado una proposición no de ley (PNL) para que Les Corts declaren la Comunitat Valenciana como territorio libre de xenofobia y racismo.
En la iniciativa, la coalición recuerda que la Comunitat ha sido siempre tierra de acogida: «Lo ha sido durante siglos con diferentes culturas presentes en nuestro territorio que han estado impregnando culturalmente nuestro entorno, y lo ha estado durante prácticamente la última década con muestras muy evidentes y políticas desarrolladas en este sentido. El pueblo valenciano, que ha conocido bien la realidad del exilio y la emigración masiva que provocó la dictadura franquista, ha sido tierra de acogida para personas provenientes de todas las partes del mundo».
«Frente a los vergonzosos posicionamientos de la consellera Núñez hay que potenciar la educación basada en valores de solidaridad --reivindica--. Centrarnos en promover la convivencia, la igualdad, la amistad, el amor o el respeto tienen que posibilitar la inclusión de las personas migrantes, a través de políticas de las administraciones que trabajen en este sentido para luchar contra los estereotipos, por falta de información, prejuicios o creencias erróneas, que superen simplificaciones de la realidad de los colectivos implicados, que no es monolítica sino diversa, tanto por nacionalidad como por origen étnico y cultural o social».