El Ayuntamiento de Erla, en la Comarca de Cinco Villas, ha bautizado una de sus calles como 'Censal de Erla' en honor al vínculo que posee con el Colegio de Abogados de Zaragoza, que se remonta al 4 de noviembre del año 1545.
La entonces Cofradía de Letrados de San Ivo adquirió un censal --deuda pública-- por valor de 2.200 sueldos jaqueses al cinco por ciento anual a la histórica villa señorial, que debía devolverlo a razón de 110 sueldos jaqueses cada año de manera perpetua.
El letrado, profesor del Departamento de Derecho Privado de la Universidad de Zaragoza y autor del libro 'Los abogados y sus corporaciones Historia del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza (s. XII-1838)', Daniel Bellido Diego-Madrazo, encontró hace unos años en el Archivo Histórico de Protocolos de Zaragoza dos documentos notariales que prueban esta conexión.
En el primero de ellos, don Alonso de Gurrea y Aragón, conde Ribagorza y señor de la Villa de Erla, autoriza a sus regidores el endeudo por valor de 2.200 sueldos jaqueses. La escritura fue intervenida por el notario de Zaragoza don Juan Díaz de Altarriba Menor, quien hizo la venta del censal en otra escritura en la que se constituyó dicha deuda. Es precisamente esta venta la que vincula al municipio con la Cofradía --después Colegio-- de Abogados de Zaragoza.
La importancia de este segundo documento se justifica «porque es la compra de deuda pública para generar unos ingresos para una cofradía gremial; por tanto, necesitaba cubrir unos gastos porque tenía actividad y relevancia», ha indicado Bellido Diego-Madrazo en declaraciones a Europa Press.
«Además, son un protocolo notarial y una autorización señorial con lo cual, aunque no es la primera noticia de la existencia del Colegio de Abogados, sin duda es de las más importantes», ha comentado.
Documento del año 1399
El primer documento que demuestra su existencia es «bastante anterior», pues data de 1399 y «la creación de la cofradía es previa a esta fecha pero no hemos podido encontrar documentos, ya que el convento de San Agustín ardió por los cuatro costados en la Guerra de la Independencia», ha aclarado.
En este documento se redacta la institución de una capellanía en Bordón, en la actualidad, en provincia de Teruel. Dicha capellanía trata de nombrar a un capellán y dotarla económicamente para que el elegido se encargue de oficiar las misa. Uno de los patronos de dicha capellanía era mayordomo en la Cofradía de Abogados de Zaragoza.
«No encontré el original, pero sí copias en los libros del Archivo Diocesano de Zaragoza», ha reconocido Bellido, añadiendo que «una capellanía es un beneficio eclesiástico, hay dinero y donde hay dinero hay pleitos».
Así, dos sacerdotes se consideraban con derecho a ser capellanes --a cobrar-- y discuten a la hora de escoger a quién de los dos les corresponde. En ese pleito, que se conserva en el Archivo Diocesano, donde se transcribe la fundación de la capellanía, se comprueba que el documento que existe de la constitución de la misma es del año 1399.
Acerca de la antigüedad del Colegio de Abogados de Zaragoza, Bellido ha señalado: «Hasta ahí hemos llegado, pero tampoco puede ser de mucho antes porque el 'famoso' San Ivo no fue santo hasta 1350, más o menos, con lo cual, el margen de años es de unos 50».
Censal de la cofradía de abogados
La Cofradía de Letrados necesitaba unas rentas que permitieran el mantenimiento de la capilla en el convento de San Agustín, así como para la celebración de la fiesta de San Ivo, el 19 de mayo, día en el que los tribunales cerraban por el Fuero de Feris de Juan II, en el que se reconocía dicha festividad.
Debido a que no había candidatos a ser mayordomo de la cofradía, puesto que eran los responsables de esta festividad que costaba dinero, se acordó en 1545 hacer una derrama entre los colegiados y los más antiguos pagaron 88 sueldos jaqueses, los medianos 44 y los más jóvenes, 22.
Se reunió un capital total de 2.316 sueldos jaqueses, de los que 2.200 se destinaron a comprar un censal, es decir, una deuda pública de la Villa de Erla. «Quedaron 116 para gastos corrientes y se compró una deuda de 2.200 sueldos jaqueses al 5 por ciento anual. Eso generaba 110 sueldos jaqueses de renta anual perpetua», ha constatado Daniel Bellido Diego-Madrazo.