El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEIM (CEOE), Miguel Garrido, ha advertido este miércoles del impacto negativo que tiene la reducción generalizada de la jornada laboral en ciertos sectores productivos de la economía y ha reclamado diálogo con los interesados.
En declaraciones a 'Telecinco' recogidas por Europa Press, el máximo responsable de la patronal madrileña ha recalcado el impacto en los costes empresariales de esta medida, que figura en el acuerdo de gobierno alcanzado por PSOE y Sumar de cara a la formación de gobierno.
«La productividad depende de muchos factores y, desde luego, uno de ellos, sin ninguna duda, son los costes y, entre otros, los costes laborales que tienen un peso importante, especialmente en algún tipo de empresas, no en todas. Por lo tanto, el que se incremente de manera directa proporcionalmente a la reducción de la jornada en 6,25% el coste salarial, eso, si no va acompañado de otras medidas, evidentemente resta productividad a las empresas y, por lo tanto, dejan de ser competitivas», ha argumentado.
En este contexto, Garrido ha reclamado diálogo con los interesados antes de plantear este tipo de cuestiones que afectan a la competitividad. «Hay que analizar las cuestiones que se van a plantear, hay que hablarlas con los interesados, que eso es lo que a nosotros más nos molesta, que no se haya traído al diálogo social, que tanto se ha presumido durante la legislatura de que todo se llevaba a la negociación y que muchas de estas medidas, de hecho, en los sectores o en las empresas en las que ya tienen ese margen, ya se ha negociado y ya se ha conseguido», ha explicado.
Atender a cada sector para "no generar problemas de rentabilidad"
El presidente de la patronal madrileña ha recalcado que se debería tener en cuenta «la situación de cada sector, de cada empresa, de cada territorio» y no plantear una medida de «forma generalizada, indiscriminada» para no generar «problemas en la rentabilidad» y se «acabe comprometiendo» la viabilidad de las mismas, con el consiguiente peligro para su desaparición.
«Lo que pedimos es que dialoguen con nosotros, que lo hablemos y busquemos fórmulas que permitan hacer compatible la mejora de las condiciones de trabajo de los trabajadores, el incremento salarial con la productividad de las empresas», ha defendido.
Al hilo, ha señalado que «cada sector tiene sus circunstancias» para defender la necesidad de buscar medidas «para acompañar, si es posible», esta reducción de la jornada con el objetivo de que «no suponga »una merma en la productividad«. Así, ha apuntado al impacto en las cotizaciones sociales, »que han subido mucho".
«Al reducir la jornada de trabajo sin reducir la cotización, proporcionalmente también se incrementan. A lo mejor para determinados sectores, para determinadas actividades, habría que contemplar que tuvieran un tipo más reducido que compensara esa subida», ha puesto como ejemplo para ese tipo de medidas de acompañamiento.
Muy poco margen para mejorar la retribución
Como máximo responsable de la patronal madrileña, ha reiterado el compromiso de los empresarios para «mejorar la retribución de los trabajadores en España» pero ha advertido del «muy poco margen» con el que cuentan «si todo es a base de incrementar los impuestos, incrementar las cotizaciones, los costes salariales, reducir la jornada».
Garrido ha afeado además al Gobierno que no haya informado a los empresarios de estas intenciones, tras más de dos años de negociación para la reforma laboral. «Este tema no se ha hablado, no se ha evaluado, no se nos ha pedido a nosotros algún informe que aportara qué consecuencias podía tener en determinados sectores, en determinadas empresas, en las pymes, en los autónomos especialmente», ha lamentado.
Así, ha subrayado que no se entiende que PSOE y Sumar hayan alcanzado este acuerdo de legislatura sin contar con las empresas y, en este sentido, ha reclamado a ambos partidos «responsabilidad» y que estos temas «se hablen, se estudien, se analicen, se evalúen y se hagan los informes pertinentes» antes de acordarse.
«Después entendemos que ya es el Poder Ejecutivo el que tiene la capacidad de dictar las normas que entienda, pero nunca hacerlo antes de escuchar a los demás», ha indicado Garrido, que ha insistido en la necesidad de sentarse en una mesa con las partes implicadas, patronal y sindicatos, «y no sólo para llegar a acuerdos que pueden tener su interés desde el punto de vista político electoralista, pero que a lo mejor tienen consecuencias negativas para la economía española».