Los Mossos d'Esquadra han abierto este año 38 nuevas investigaciones por transporte y tráfico de hachís, han intervenido 11.685 kilos y han detenido a 912 personas, 84 de ellas directamente relacionadas con el crimen organizado.
Lo han explicado este martes en una rueda de prensa el jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal (DIC), el inspector Antoni Salleras, y el jefe de la DIC de la Región Metropolitana Norte, el inspector Josep Antoni López Garzón.
Han detallado que casi el 66% de las intervenciones han sido por hachís transportado por vía marítima, mientras que el 34% fueron por carretera.
Durante el 2022 se desarticuló 10 redes criminales, el doble que el año interior, y se realizaron 1.076 detenciones relacionadas con esta tipología delictiva y se intervinieron 7,5 toneladas, dos más que en 2021.
Desde 2018, la policía catalana ha intervenido más de 40 toneladas de hachís en Catalunya.
Presión policial
Los agentes han explicado que, el objetivo de la presión policial es desarticular organizaciones criminales que «están aprovechando que el litoral catalán se está extendiendo y la red vial de importación y distribución de hachís hacia Europa».
Se potencian los equipos conjuntos de investigación con el resto de cuerpos policiales estatales a través del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (Citco), y con la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust) y Europol.
Principales vías de entrada
Las principales vías de entrada de hachís en Catalunya siguen siendo la marítima, con los desembarques en puertos y playas --que tiene origen en Marruecos--, y el transporte por carretera --que mayoritariamente procede de Andalucía--.
Los Mossos d'Esquadra y la Agencia Tributaria han introducido escáneres móviles para detectar drogas en las cargas de camiones que circulan por la AP-7, la vía principal que conecta con el sur de Europa.
Para evitar los controles policiales, los vehículos que transportan la droga van precedidos por un vehículo 'lanzadera', que tiene la función de detectar la presencia de los agentes y avisar al vehículo cargado con la sustancia estupefaciente.
Incidentes violentos
La policía catalana ha detectado un «ligero» incremento del uso de la violencia durante los incidentes relacionados con el hachís --pasan de siete durante el año pasado a 13 este año--, y todos están relacionados con peleas entre grupos criminales rivales.
También, durante este año se han detectado desembarcos en la mayoría de comarcas del litoral catalán con 'narcolanchas', desde la zona del Delta de l'Ebre (Tarragona) hasta la Costa Brava (Girona).
A pesar de la prohibición de utilizar 'narcolanchas', durante una investigación de la policía catalana en 2022, la Guardia Civil y agentes de la Dirección adjunta de Vigilancia Aduanera (Dava) detectaron establecimientos donde se fabricaban y se reparaban en Catalunya, y se detuvo a 19 personas.
También utilizan transportes de mercancías legales para ocultar la sustancia estupefaciente y evitar la detección por parte de los agentes: hasta septiembre de 2023 se ha intervenido más de una tonelada de hachís utilizando este método, aunque otra forma de transporte es enviar la droga a través del envío postal de pequeñas cantidades.