El fundador del Partido Andalucista, Alejandro Rojas Marcos, ha propuesto este martes al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, la convocatoria de una manifestación el próximo 4 de diciembre ante «el riesgo» de que Andalucía «no tiene quien la defienda» y de que en consecuencia «se rompan sus derechos», planteamiento ante el que Moreno ha reaccionado con un «lo de la manifestación vamos a verlo, tomo noto de tu propuesta Alejandro» y ha asegurado que «esa voz fuerte la voy a ejercer con toda la contundencia del mundo» para erigirse en «dique de contención contra las derivas de Sánchez».
La propuesta se ha escuchado en el coloquio posterior a una intervención de Moreno en el Foro ABC, donde quien fuera también alcalde de Sevilla ha tenido oportunidad de plantearle de viva voz su iniciativa ante el convencimiento de que las negociaciones futuras para una posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno se traduzcan en nuevas concesiones a Cataluña.
«Convoque una manifestción el 4 de diciembre», ha proclamado Rojas Marcos, quien ha trasladado a Moreno que de esta forma «pasará a la historia por ocuparse del presente, el pasado y el futuro» de Andalucía.
El argumento de Rojas Marcos para alentar a una movilización ciudadana en la calle el próximo 4 de diciembre es la percepción de que Andalucía «no basta que la defienda el presidente de la Junta de Andalucía, los partidos» para plantear entonces que «hay que armar al pueblo, sin violencia, con armas políticas».
Quien fuera líder andalucista ha elogiado a Moreno por el hecho de tener «el valor de recuperar el 4 de diciembre», que el pasado año se convirtió en el Día de la Bandera, tras evocar que durante tres años supuso un hito político para Andalucía antes de que «el PSOE pensara que era mejor el 28F» y le ha reprochado como «una gran torpeza, como feo escoger el día en que unos triunfaron sobre otros».
Alejandro Rojas Marcos ha sostenido que «España no está en riesgo» tras considerar que se trata, en cualquier caso, «de un riesgo viejo», así como que «hay mucha gente dispuesta a evitar que España se rompa», convencido de que «su compañero Feijóo se basta y se sobra», con la ayuda de «su aliado de Vox».
En su respuesta, el presidente de la Junta de Andalucía ha advertido de que «jamás se había llegado al extremo que hemos llegado», en alusión a las negociaciones del PSOE con nacionalistas vascos y catalanes para la investidura de Sánchez, desconcertado por «el nivel de debilidad» del presidente del Gobierno en funciones, que le llevaría a contemplar una amnistía para el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y por esto ha hablado de «riego evidente de colapso en nuestro sistema constitucional».
Moreno se ha lamentado de que, con la propuesta que hizo el lehendakari Iñigo Urkullu a través de un artículo en el diario El País para avanzar en la lectura territorial de la Constitución, «se nos niega el estatus que hemos tenido desde la restauración de la democracia», por lo que ha advertido de una escena donde vascos, catalanes gallegos razonan que «nosotros partimos el bacalao» y que eso entraña que «cuando unos quieren comer aparte es que no va bien el país».
El presidente de la Junta de Andalucía ha asegurado que «entiendo a Felipe González, Alfonso Guerra, al expresidente Rodríguez de la Borbolla» por sus discrepancias públicas ante las cesiones que pudiera contemplar Sánchez para ganarse los votos del independentismo catalán, al tiempo que se ha lamentado «del silencio del PSOE de Andalucía, una federación que ha sido potente», para preguntarse si «no tiene nada que decir».
«El PSOE ha cambiado tanto, que actualmente estoy más cerca de Felipe González, de Alfonso Guerra, que el propio secretario general del PSOE de Andalucía», ha proclamado Moreno, quien ha instado a la militancia socialista a ser consciente de que «el PSOE tiene la suerte de que el único presidente andaluz del Gobierno fue socialista».