La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME-Aragón) ha advertido del continuado ascenso en las cifras de personas afectadas por algún problema de salud mental. La demanda de atención psicológica en la entidad ha crecido un 30% en 2022 respecto a 2021 y en lo que va del año 2023 se ha atendido a más personas que en todo el año pasado.
Por departamentos, destaca el incremento en la demanda de atención para población infantojuvenil, pasando de 66 niños, niñas y adolescentes en 2021 a 117 en 2022, lo que supone un incremento de la demanda de un 77%.
El servicio de psiquiatría de la asociación ha sido el que porcentualmente más ha aumentado, con una subida en la demanda de un 91,5% en un año, pasando de atender a 47 pacientes en 2021 hasta los 90 en el año 2022.
ASAPME ha calificado estos datos de «alarmantes», si se tiene en cuenta que se venía de un año 2021 en el que la demanda de atención había aumentado casi un 40% con respecto al año anterior. Si se comparan las cifras de 2022 con las de 2020, las atenciones psicológicas y psiquiátricas llevadas a cabo en esta entidad han crecido un 84%, pasando de 177 a 326 personas.
Datos generales
Según el último informe del Ministerio de Sanidad, que contiene datos de 2017, el porcentaje de personas con un diagnóstico clínico asciende a un 27,4% de la población. Por su parte, la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, en un estudio realizado este mismo año, eleva esa cifra hasta un 29%.
En otro informe elaborado por la Confederación Salud Mental España, y presentado hace unos meses, se destaca que casi seis de cada diez españoles, un 57%, se sienten preocupados, temerosos, deprimidos o tristes, y cuatro de cada diez, un 39,3%, valora negativamente su salud mental --la califican de regular, mala o muy mala--.
En definitiva, se pasado de hablar de que los problemas de salud mental afectaban a una de cada cuatro personas, a afirmar que actualmente afectan ya a casi una de cada tres. Son datos que confirman las «alarmas lanzadas» desde instituciones sanitarias como la Organización Mundial de la Salud, que ya dijo que los problemas de salud mental se convertirían en la 'nueva pandemia'.