La provincia de Zaragoza es una de las participantes, con 72 localidades, en el 'Reto 1.213' de Cruz Roja, dirigido a mejorar las condiciones de vida de las personas que residen en los pueblos, en definitiva, en la España Despoblada.
Esta iniciativa ha comenzado a realizarse en 1213 municipios con menos de un centenar de pobladores y con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, en todo el territorio nacional. En una próxima fase se llegará a localidades de mayor tamaño.
En concreto, la provincia de Zaragoza cuenta con 72 poblaciones en esta situación y el voluntariado de Cruz Roja ha visitado estas poblaciones, donde se ha reunido con sus responsables y habitantes para elaborar un diagnóstico, detectar situaciones de vulnerabilidad social e intervenir, conocer sus necesidades y convertirnos en agentes dinamizadores creando redes de voluntariado.
Tras realizar el diagnóstico y la evaluación en estos núcleos urbanos, se ha empezado a trabajar en casos concretos de personas en situación de extrema vulnerabilidad y a desarrollar iniciativas en varios de los municipios de las comarcas afectadas por esta baja densidad de población y, por tanto, con grandes dificultades para realizar actividades o acceder a servicios.
Agentes implicados
En este proyecto están implicadas, de forma transversal, todas las áreas de Cruz Roja: mayores, infancia y juventud, voluntariado, empleo, inclusión social, medio ambiente, formación con el fin de actuar desde todos los frentes y dar una respuesta integral.
Daroca, Calatayud y la Comarca del Aranda, aglutinan el mayor número de municipios visitados, con más de 40 núcleos urbanos, seguido de la Comarca de las Cinco Villas, con 14 poblaciones que forman parte del proyecto 'Reto 1213' de Cruz Roja.
En Calmarza y Longás se ha conseguido organizar a un grupo de personas mayores para talleres de memoria, al que asisten semanalmente. Así, desde Cruz Roja se ha hecho un llamamiento a la participación a todas aquellas personas que residan de forma continuada o puntualmente en estos pequeños municipios, para que actúen como voluntariado y sean parte de la mejora de vida en sus comunidades.
Una de las voluntarias del proyecto, Gabriela Domínguez, que lo desarrolla en el área de Calatayud y Daroca, ha comentado que «todos estos municipios tienen unas necesidades en común: la falta de cobertura de internet, bien por falta o nula conexión, las comunicaciones por carretera transporte público o servicios básicos como el de panadería u otros».
Del mismo modo, ha destacado la buena acogida y el interés que ha suscitado este proyecto «porque se sienten muy olvidados. Poder conocer de cerca tantos pueblos, las diferentes tradiciones de cada uno, hablar con tantas personas, ganarse la confianza y ver a un voluntariado volcado, supone un orgullo, tanto personal como institucional».
72 bancos urbanos pintados
Por otra parte, Cruz Roja Juventud ha promovido una acción para dar visibilidad en el ámbito rural. Con esta cadena de expresión artística se quiere resaltar la importancia que tiene para los habitantes de estos municipios la vida de sus pueblos.
En Urriés se ha pintado el primer banco urbano con la colaboración del voluntariado y la participación de un grupo de menores, al que le seguirán otros más. El objetivo es generar un movimiento comunitario propio, en cada una de estas localidades y comarcas, que sea capaz de actuar en beneficio de los habitantes del territorio.