La Audiencia de Sevilla ha continuado este miércoles el juicio con jurado popular promovido contra el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén y la ex directora económica financiera de la entidad Ana Valls, por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la citada entidad pública, perteneciente a la Junta de Andalucía.
Durante esta tercera sesión del juicio ha concluido la comparecencia del agente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial de la Guardia Civil encargado de la investigación, precisamente después de que en la primera jornada Fernando Villén reconociese que había usado su tarjeta de empresa de la Faffe para pagar gastos en prostíbulos, precisando que aquello ocurrió en «diez ocasiones» de los «más de 2.700 días» que estuvo al frente de la Faffe.
En esta nueva sesión del juicio, el mencionado agente de la UCO ha respondido a las preguntas de las defensas de Fernando Villén y de Ana Valls.
Gastos "injustificables"
Villén, en su comparecencia como acusado el primer día del juicio, defendía que en todo momento supo que por todos aquellos usos «indebidos» de la tarjeta para gastos «injustificables» en próstíbulos, «tenía que devolver» el dinero a la Faffe, extremo que según sus palabras hizo «siempre», con la «reposición del gasto» de la tarjeta aportando su propio dinero para ello, según sus palabras.
La exdirectora financiera de la entidad, Ana Valls, manifestaba de su lado que antes de que estas prácticas trascendiesen a los medios de comunicación, no sabía «nada» de tales gastos, asegurando que sintió «un gran bochorno» al igual que el resto de la plantilla de la Faffe.
La acusada explicaba, en ese sentido, que Fernando Villén tenía la «obligación de compensar» con su dinero los cargos de índole personal que hiciese a la tarjeta de empresa de la Faffe «y así lo hizo en todas las ocasiones», alegando que su «trabajo» consistía en asegurarse de que Villén formalizase las «devoluciones» de gastos personales cargados a la tarjeta de empresa y que las cuentas de la misma fuesen «acordes» a la contabilidad de la entidad pública.
El almuerzo de la feria de 2008
Al respecto, y ante las preguntas de los abogados defensores, este investigador de la UCO de la Guardia Civil ha respondido especialmente sobre una cuantía de 2.514 euros relacionada con un almuerzo celebrado a instancias de Villén en la caseta de UGT de la Feria de Sevilla de 2008, para la plantilla de la entidad, un dinero pagado «en efectivo» según los acusados porque en la Feria «hay que pagar con cash», salvo en la cuantía de 514 euros, pues según Ana Valls primero fue extraída una «caja extraordinaria» de 2.000 euros en metálico para pagar al contado el ágape pero dicha cuantía fue insuficiente y el resto habría sido abonado por transferencia.
Sobre este asunto, este investigador de la UCO ha manifestado que el propio responsable de la caseta de feria de UGT le trasladó durante las pesquisas que la factura por 2.000 euros que figura en las cuentas de la Faffe por ese almuerzo supuestamente pagado en efectivo «era falsa», que él «no la había hecho», defendiendo así la «hipótesis» de que el almuerzo de feria probablemente sí se celebrase, pero con un coste reducido a los 514 euros de la posterior transferencia bancaria.
Los 2.000 euros de la mencionada factura contabilizada en la Faffe, «falsa» según ha insistido repetidamente el agente, constituirían según su tesis una operación para «engordar» el coste del almuerzo para así «compensar» otros más de los gastos personales de Villén con cargo a la Faffe. Todo, siempre con el objetivo de cubrir una supuesta «devolución» del dinero gastado por Villén con cargo a la Faffe y que «cuadrasen las cuentas» de la entidad, según este investigador.