El juez de Primera Instancia número 4 de Colmenar Viejo ha acordado levantar la orden de alejamiento de su mujer impuesta al médico de Colmenar Viejo detenido por presunto maltrato a sus hijos al entender que no hay indicios de la existencia de un riesgo objetivo para la víctima.
Así consta en un auto, al que tuvo acceso Europa Press, por el que el magistrado que instruye el caso ordena que se dejen sin efecto las medidas cautelares acordadas el pasado 30 de marzo. El fiscal se opuso a dicho levantamiento.
El médico del servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón y su esposa se encuentran en libertad provisional después de ser detenidos a finales de marzo. Una de sus hijas alertó en el colegio de presuntos episodios de malos tratos a manos de su padre hacia ella y sus hermanos en el domicilio familiar.
El juez Javier Abella toma ahora esta decisión después de que la madre de los pequeños haya negado haber sido maltratada frente al testimonio de algunos de sus hijos. Una de las chicas manifestó ante el juez que en una ocasión vio a su madre un ojo morado por un supuesto golpe.
Según la resolución, la madre de los pequeños señaló ya desde su primera declaración su voluntad de que cese la medida cautelar adoptada «en protección» de la misma, una petición que fue reiterada por su defensa, la abogada Beatriz Uriarte de Ospina Abogados, para que se retirase la medida y por ella misma en una comparecencia reciente.
Así, expone que de "mantenerse la orden de protección en contra de la voluntad de la presunta víctima, esto podría entrar en conflicto con el
derecho que toda persona tiene a la autodeterminación consciente y responsable de su propia vida, sin que pueda ser atacado por la intervención de los demás, ni siquiera por los poderes públicos".
Esgrime el juez que se ha constatado en este caso que "no existe indicios de la existencia de un riesgo objetivo y presente para
la víctima, pues de la declaraciones que se han ido tomado y más allá de construir indicios sobre la comisión delictiva, lo que se ha ido diluyendo es la existencia de un riesgo objetivo y presente para la víctima".
Señala el instructor que «tampoco se dibuja la existencia de un riesgo objetivo y presente» para el investigado, defendido por Ospina Abogados, al contrario de lo que podría decirse de «cesar la protección de los menores frente a sus progenitores».
«Lo único que se atisba es, tal vez, una mejor coordinación de ambos investigados en su estrategia defensiva frente al proceso que se cierne frente a ellos por el delito de violencia doméstica» y frente al investigado en cuanto al delito de violencia de género, pero ese no puede ser un argumento para mantener la orden de protección".
Nuevos señalamientos
Ante el juez ya han comparecido varios de los menores y hay nuevos señalamientos para el próximo mes de junio. Una de las niñas fue la que alertó en el colegio de que lo estaba sucediendo en su casa, lo que propició el pasado 29 de marzo la detención del matrimonio.
La Guardia Civil acusa al matrimonio de maltratar a sus ocho hijos, a quienes obligaban a «malvivir» en una habitación, teniendo prohibido pisar el salón. Los menores eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
El pasado 20 de marzo, el Equipo de Policía Judicial de Colmenar llevó a cabo una entrada y registro del domicilio. En dicho registro también participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local de Colmenar Viejo, Servicios Sociales y agentes del Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid.