La Asociación Catalana de Comunidades de Regantes (Acatcor) ha hecho un balance de la situación de sequía en todas las comunidades regantes de Catalunya y ha asegura que ha provocado una «alerta alimentaria», informa en un comunicado este domingo.
Regantes del pantano de Riudecanyes (Tarragona) afirman que el verano pasado «sólo se pudo disponer de una dotación del 41,67% de la normal, y este año no tiene suficiente agua» para sus cultivos principales, el avellano y el olivo, algo que afectará negativamente a toda la industria agroalimentaria que gira en torno a estos cultivos.
El Sindicat Agrícola de l'Ebre alerta de que disponen del 50% de la concesión para regar sus cultivos y que, si no hay mejoras, tendrán que cerrar el riego en julio o agosto, «que podría comportar la pérdida de la cosecha del arroz en el Delta y grandes pérdidas» de hortalizas y cítricos.
Desde las comunidad de regantes del Ter (Girona) ponen «en duda la garantía de l'Agència Catalana de l'Aigua (ACA) de que mantendrán el caudal asignado hasta finales de agosto, ya que dependen del agua de boca que debe consumir Barcelona y el área metropolitana», y reprochan al Govern falta de respuestas claras.
Regantes de la cuenca de la muga y tarragona
Regantes de la cuenca de la Muga (Girona) alertan de que sólo han recibido un 13,5% del agua concedida en 2022 y que «la ganadería es uno de los sectores más afectados» por la dificultad para obtener comida para los animales, algo que tendrá consecuencias económicas a corto y medio plazo en la economía comarcal.
Desde las comunidades de regantes de Tarragona aseguran que la sequía «provoca la muerte de avellanos y la pérdida de producción durante 10 años hasta que se pueda plantar de nuevo», y que si esta situación continúa, la pérdida de campesinado será inminente, por lo que también reclaman ayudas.
Segarra-garrigues, terra alta y canal d'urgell
Regantes del canal Segarra-Garrigues (Lleida) lamentan que «el agua disponible es insuficiente para salvar los árboles y garantizar una cosecha», algo que representa una importante pérdida para los campesinos y puede poner en peligro la producción agrícola de la zona.
Los regantes de la Terra Alta (Tarragona) destacan que tienen un riego eficiente por goteo construido en los últimos 20 años, aunque «será un año difícil para los agricultores que no tienen riego, ya que no podrán recoger sus frutos si no llueve pronto», y añaden que es imprescindible usar tecnologías de riego eficientes ante la sequía.
Finalmente, desde el canal d'Urgell (Lleida) cifran en 15.000 las hectáreas de cultivos, como la alfalfa, que no se riegan desde que cerró el canal, e indican que actualmente solo tienen autorizado el riego hasta junio de árboles que necesitarían riego periódico hasta septiembre, por lo que «la situación es preocupante».