La Diputación de Zaragoza (DPZ) ha finalizado la restauración del retablo de la capilla de la Purificación de la catedral de Tarazona, que ya ha vuelto a su ubicación original casi 40 años después de que fuera desmontado. Los trabajos han costado 66.500 euros y han permitido recuperar este conjunto de estilo gótico y renacentista
protegido como Bien de Interés Cultural.
Con esta intervención, la DPZ culmina la rehabilitación integral de la capilla de la Purificación, en la que previamente se habían invertido otros 225.000 euros para recuperar los muros y las pinturas
murales.
«El retablo data de los siglos XV y XVI y está conformado por pinturas de Martín Bernat, uno de los pintores más importantes y activos de la Zaragoza de su tiempo, y por relieves del escultor Juan Heredia», ha destacado la restauradora de la Diputación de Zaragoza Nuria Moreno. «Ha permanecido desmontando desde que en 1986 fue retirado de la seo turiasonense con motivo de las obras de restauración del templo».
En 2017 la Diputación de Zaragoza firmó un convenio con el Obispado de Tarazona para llevar a cabo la restauración integral de la capilla de la Purificación.
Las obras en los muros y las pinturas murales se realizaron en 2019 con una inversión de 225.000 euros, y ahora con la restauración del retablo la capilla de la Purificación vuelve a lucir en todo su esplendor para que turiasonenses y visitantes pueden disfrutar de nuevo de este espacio tan emblemático como valioso desde el punto de vista artístico.
Los trabajos de restauración han sido realizados en Madrid por la empresa Ecra Servicios Integrales de Arte. La obra, compuesta por madera dorada y policromada, tiene unas dimensiones aproximadas de 6,50 x 4,25 metros y estaba ubicada en el muro este de la capilla.
Tras ser desmontada se almacenó en la sacristía de la catedral para luego ser trasladada al edificio de la antigua maternidad de la Diputación de Zaragoza. Se trasladó casi por completo a excepción de una tabla de las del último piso del retablo, la de la Virgen del Patrocinio, que fue restaurada en 2006 para su exhibición en una exposición.
«En el retablo no se apreciaban graves deterioros en los elementos de madera. Las labores más intensas se han llevado a cabo en las tablas góticas ya que, pese a que su estado de conservación no era malo, han requerido una limpieza en profundidad, una reintegración en aquellas capas que se habían perdido y ponerlas en valor atendiendo a las técnicas actuales de restauración», ha explicado Moreno.
La obra y la intervención
El retablo está compuesto por pinturas góticas sobre cinco tablas de madera y varias esculturas realizadas en nogal, mientras que la mazonería es de madera de pino. El grupo escultórico principal de la Purificación está formado por cinco piezas: tres bloques (doncella con pichones, la Virgen con San José y Simeón con el niño Jesús) y dos cabezas femeninas.
El estado de conservación de las pinturas era bueno, aunque presentaba diferentes alteraciones, las más importantes las originadas por el ataque activo de insectos xilófagos, que también han afectado a las esculturas en todavía mayor grado, originando multitud de agujeros. Algunas de las piezas presentaban pérdida
de volumen, especialmente las piezas horizontales de la mazonería que conforman los arquitrabes y molduras.
El retablo se encontraba dividido en 24 piezas embaladas, que fueron trasladadas hasta el taller que la empresa restauradora tiene en Madrid. Los trabajos se han centrado en la desinfección de la madera, consolidar los materiales, adherir, limpiar, eliminar barnices, rellenar lagunas y reintegrar los cromas para recuperar el
color de la obra.
Una vez finalizada la intervención en el retablo, la empresa adjudicataria ha trasladado todas las piezas del retablo a la catedral de Tarazona para proceder a su montaje en su ubicación original en el muro este de la capilla de la Purificación. Los
andamios fueron retirados la semana pasada y desde entonces puede verse totalmente recuperado.