El conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, comparece este miércoles ante la Comisión de Interior del Parlament de Catalunya para explicar los presuntos abusos sexuales sufridos por cinco mujeres agentes de los Mossos d'Esquadra por parte de un médico del departamento.
También comparecen el director general de la policía catalana, Pere Ferrer, y la secretaria general de la Conselleria, Tamara Garcia.
En febrero de 2020, una agente de la policía catalana denunció presuntos abusos sexuales por parte del médico durante una exploración en septiembre de 2019, y la Conselleria de Interior le abrió un expediente disciplinario, le prohibió hacer exploraciones médicas a mujeres y le obligó a hacer las visitas a mosses siempre acompañado.
En febrero de 2022, otra agente presentó una denuncia por unos hechos similares por parte del mismo médico también en 2019, y en mayo le abrieron un segundo expediente disciplinario con suspensión de empleo y sueldo para el presunto autor.
El 20 de mayo, una tercera mujer explicó que también había sufrido presuntos abusos sexuales por parte del mismo hombre y los Mossos d'Esquadra lo detuvieron el mismo día aunque, tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad con cargos.
El 27 de mayo, una cuarta víctima denunció presuntos abusos a través del buzón anónimo de la Conselleria creado a raíz de estos hechos para denunciar casos de abuso, y la quinta víctima denunció los hechos a través de un sindicato de los Mossos d'Esquadra, que le detuvieron por segunda vez el 9 de junio.
Sentencia
El Juzgado Penal 4 de Barcelona condenó en diciembre del año pasado al médico a dos años de prisión e inhabilitación por una de las denuncias, y la jueza le impuso la medida de libertad vigilada por un plazo de también dos años.
Asimismo, la jueza acordó que el acusado tenía que indemnizar a la víctima con 5.000 euros por los daños morales causados, según la sentencia consultada por Europa Press.
La jueza considera probado que el acusado, sin antecedentes penales, ejercía como médico interino contratado por el departamento, y que sobre las 12 horas del 20 de septiembre de 2019 visitó a la víctima para valorar «su estado de salud para el posible paso a segunda actividad».
En la visita, el acusado manifestó a la paciente que debía quedarse en ropa interior porque le iba a explorar puntos corporales preceptivos para el diagnóstico de fibromialgia y, después de explorarla, le pidió que se tumbase en la camilla y se quitara el sujetador.
Acto seguido, «con la intención de satisfacer su instinto sexual, procedió a realizarle tocamientos en el contorno de los pechos y introdujo su mano bajo las bragas, realizándole tocamientos» con la excusa de palpar el hueso púbico.
Fuentes cercanas a los hechos han explicado a Europa Press que están a la espera de la celebración del juicio de las otras cuatro denuncias, y que, por el momento, al no tener antecedentes penales, el acusado no ha entrado en prisión.