El Pleno de las Cortes de Aragón ha aprobado este jueves, mediante el procedimiento de lectura única, la Ley de Cultura para la Paz, una proposición de ley que han impulsado todos los grupos excepto VOX, que ha votado en contra.
La ley ha sido promovida por la Fundación Seminario de Investigación para la Paz y desarrolla el artículo 30 del Estatuto de Autonomía, que mandata a los poderes públicos aragoneses para fomentar la cultura de paz.
La parlamentaria socialista Pilimar Zamora ha dejado claro que este «no es un acto buenista» y que «asistimos a una guerra --en Ucrania-- que creíamos que no podía darse en Europa y frente al avance de los totalitarismos urge reforzar la idea de paz», añadiendo que «Aragón ha sido históricamente tierra de pactos y consensos» y que «la paz es inviable sin justicia económica, social y medioambiental».
Desde el PP, José Antonio Lagüens ha señalado que esta ley «contiene muchos retos» y ha emplazado a «tener presente la historia y tradición de Aragón», poniendo el ejemplo de Zaragoza, «lugar emblemático para la cultura de la paz». «¿Por qué no marcarnos una hoja de ruta más firme?», se ha preguntado.
En representación de Cs, Beatriz García ha hecho notar que «la ley no niega la existencia de conflictos, pero ofrece soluciones y se incardina en las resoluciones de los organismos internacionales de los que forma parte España, como Naciones Unidas y la UNESCO».
La parlamentaria de Podemos Itxaso Cabrera ha manifestado que Aragón «siempre ha sido tierra de entendimiento, debate y defensa de los valores más dignos de una democracia», a lo que ha añadido que esta ley «es pionera» y está vinculada a los derechos humanos y la justicia social.
El portavoz de CHA, Joaquín Palacín, ha considerado que «en unos tiempos de crispación es interesante que se puedan presentar iniciativas para que la cultura de la paz sea ley en Aragón», tras lo que ha elogiado a la Fundación SIP.
El diputado de VOX David Arranz ha opinado que la ley responde al «buenismo» y «no se corresponde con la realidad» ni es responsable, tras lo que ha observado que las Cortes de Aragón son un Parlamento regional, «no nacional ni internacional», rechazando las «ensoñaciones». Ha criticado que esta ley se enmarque en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
La diputada del PAR Esther Peirat ha afirmado: «Esta ley nos viene como anillo al dedo» porque permitirá «promover el compromiso de la sociedad y las instituciones con la paz» y establecerá «un marco común para la acción coordinada en pro de la cultura de la paz».
El diputado de IU, Álvaro Sanz, ha celebrado que esta nueva norma «elige la paz como lenguaje y destierra el lenguaje de la guerra» al tiempo que apuesta por «el pacifismo activo y consciente: Hoy caminamos en esa dirección».