La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento contraatacan con la tala de 300 árboles en los entornos de las estaciones de Atocha y Aluche por parte del Gobierno central tras paralizar la que iban a llevar a cabo en los parques de Comillas y Madrid Río por la ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid, que iba a afectar a más de 1.000 ejemplares.
Hace dos semanas el Ejecutivo autonómico anunciaba que paraba estas actuaciones y que elaboraría un estudio pormenorizado árbol a árbol con el objetivo de salvaguardar todos los ejemplares posibles.
El comunicado llegaba tras siete días de protestas por parte de vecinos de Arganzuela y Comillas contra la tala, que culminaron en una concentración con cientos de personas el 18 de febrero.
Con la paralización, el consejero de Transportes, David Pérez, aseguró que se cerraba la polémica que había llegado incluso a los tribunales con medidas cautelares solicitadas a diferentes instancias por Ecologistas en Acción y asociaciones vecinales.
El día siguiente a la marcha atrás, Pérez ya apuntaba a las labores en Aluche y Atocha e ironizaba con que aquellos que se habían manifestado contra las talas en Madrid Río harían lo propio con los que se iban a talar por orden del Ejecutivo central. Defiende desde entonces que los árboles no diferencian «si le corta una administración u otra».
Esta misma afirmación la planteó el viernes de la pasada semana tras mantener una reunión con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, sobre la situación de Cercanías. Ante este reproche, Sánchez argumentó que serían 240 talas y que el Ayuntamiento de la capital «ha autorizado las obras».
«Nosotros hemos presentado el proyecto al Ayuntamiento de Madrid, que son los competentes en dar las autorizaciones (...) Es el que tiene que comprobar el proyecto», expuso la ministra, quien cuestionó si el consejero buscaba que el Consistorio paralizase los trabajos.
Críticas desde el ayuntamiento
A las críticas desde la Comunidad se han sumado también las del Ayuntamiento. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, reclamaba «coherencia» a la izquierda pidiendo al Gobierno del Estado que no talara «ni un árbol». Cifraba a finales de febrero en 1.193 los ejemplares con los que había acabado el Ejecutivo nacional en los últimos años en la capital.
«Lo que estamos esperando es que el Gobierno de la Nación también revalúe las infraestructuras que tiene que ejecutar en la ciudad de Madrid y que también tiene afección en el arbolado, como los centenares de árboles que ha solicitado talar en la estación de Atocha o en la estación de Cercanías de Aluche», lanzó Carabante. Frente a ello situó la «coherencia» de los gobiernos 'populares' de la Comunidad y el Ayuntamiento que están «siendo coherentes con el compromiso de mejorar las infraestructuras y haciéndolo compatible con el respeto al arbolado».
Concentración de vecinos este sábado
Este sábado asociaciones vecinales, educativas y ecologistas han convocado una nueva concentración contra la «destrucción de parques» por la ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid. Desde los convocantes han criticado que el comunicado con el que se paralizaron las talas se «limita a mencionar la zona de Madrid Río, ignorando el hecho de que las obras a realizar en el Parque de Comillas (Carabanchel) ya están en marcha y que la tala de más de 300 árboles maduros y sanos es inminente».
En cuanto al trasplante de los árboles, han subrayado que la mayoría de ellos son ejemplares maduros de más de 40-50 años, cuyo trasplante es «inviable» y que en la práctica totalidad de los casos «supondría su muerte».