El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha expresado este viernes su agradecimiento a todas las familias de acogida vascas, más de 1.500, por su «solidaridad y esfuerzo» y ha destacado que en el último año, «más de 3.500 personas procedentes de Ucrania han encontrado, en algún momento, un hogar en una familia de acogida en Euskadi». Además, ha agradecido a la sociedad vasca su solidaridad, en particular a las familias acogedoras, así como al voluntariado de asociaciones y los grupos locales de acogida, subrayando que la «acogida y refugio debe ser también compromiso con las personas de otros pueblos».
Urkullu ha presidido en la sede de Lehendakaritza, en Vitoria-Gasteiz, el acto de reconocimiento a la solidaridad Ucrania-Euskadi al que han asistido entidades del sector social implicadas con Ucrania, como las asociaciones de solidaridad Ucrania-Euskadi, las vinculadas con la acogida de niñas y niños de Chernobil, así como representantes de familias vascas de acogida, también de origen ucraniano, y una representación de personas refugiadas de Ucrania.
En su intervención, el lehendakari ha destacado que este viernes «se cumple un año del inicio de una barbarie» y ha reiterado su condena a «la invasión militar del ejército ruso sobre Ucrania, desplegada con medios de guerra y sin justificación ni provocación, una agresión unilateral sobre los derechos humanos que vulnera la legalidad y el derecho internacional».
Urkullu ha recordado la intervención del presidente Volodímir Zelenski ante las Cortes Generales del Estado español citando Gernika y ha destacado que en ese acto el presidente del Gobierno español subrayó lo «importante que hubiera sido contar con la solidaridad internacional». «Apelo al recuerdo de lo vivido en Euskadi, a lo sufrido por la mayoría del Pueblo Vasco para intentar ponernos en la piel de quienes hoy padecen la situación que nos ha traído aquí», ha señalado.
Ante la situación actual, Urkullu, «en nombre de la mayoría de la sociedad vasca y de las instituciones vascas», ha expresado «a todas las familias de las víctimas mortales, más de 8.000 personas civiles, de ellas casi 500 niños, fallecidas, provocadas por la invasión de Ucrania» su «sentimiento de cercanía y de solidaridad» y ha abogado por «hacer contagiosa» esta solidaridad.
También ha hecho extensible este sentimiento «a las personas heridas, más de 13.000 personas, a las que han perdido su hogar, así como a las personas y familias forzadas a dejar su país y el futuro con que soñaban».
Un minuto de silencio
«A través de las personas refugiadas que participáis en este acto transmito nuestro calor y afecto a los 8 millones de personas que todavía hoy siguen fuera de su país. Expreso nuestra cercanía y compromiso a las vascas y vascos de origen ucraniano, al pueblo de Ucrania y a su Gobierno», ha indicado antes de guardar un minuto de silencio.
El lehendakari ha informado de que este viernes ha recibido de la Embajada de Ucrania en el Estado español un escrito con motivo de este acto, en el que se agradece el apoyo y la labor realizada por Euskadi a lo largo del año 2022 y la que se continúa realizando por Ucrania.
Urkullu ha expresado su agradecimiento y reconocimiento a todas las familias de acogida, más de 1.500, por su «solidaridad y esfuerzo», y ha explicado que este acto de reconocimiento a la solidaridad activa entre Ucrania y Euskadi supone «esperanza frente a la desolación» y el «compromiso ante las consecuencias, también psicosociales», que puedan continuar surgiendo.
Según ha detallado, a lo largo de este año, 4.180 personas procedentes de Ucrania han obtenido en Euskadi el Estatuto de Protección Temporal; se han matriculado a 1.550 alumnos y alumnas; y se ha prestado asistencia sanitaria a 3.100 personas.
Al respecto, ha explicado que las 20 reuniones de la Mesa de Seguimiento para la acogida de personas refugiadas de Ucrania han sido el marco de colaboración y coordinación para el trabajo que se ha desarrollado con las entidades del tercer sector social -- CEAR, Cruz Roja, ACCEM, Zehar Errefuxiatuekin, Caritas o Fundación Ellacuria--. «Ha sido una experiencia de colaboración constructiva entre las instituciones públicas y la sociedad civil», ha subrayado.
También ha resaltado el trabajo con Ucrania-Euskadi y Ucrania SOS, así como con las asociaciones de acogida de niñas y niños de Chernobil -- Chernobil Elkartea, Chernobileko Umeak, Chernobilen Lagunak, Ukrania Gaztea--.
Más de 3.500 personas
«Más de 3.500 personas procedentes de Ucrania han encontrado, en algún momento, un hogar en una familia de acogida en Euskadi. La solidaridad y esfuerzo de las familias de acogida y las dificultades con que os habéis encontrado merecen una mención expresa de reconocimiento y apoyo», ha destacado.
Asimismo, ha indicado que la ayuda no solo se ha limitado a la ofrecida en Euskadi y gracias a la cooperación vasca se han construido dos campamentos infantiles en Ucrania -- en Zhitomir y en Ivano Frankivsk--, instalaciones que son utilizadas hoy para acoger a refugiadas y refugiados con necesidades especiales.
«Sumando la solidaridad de varios Ayuntamientos vascos, hemos rehabilitado un hospital en Barishivka, a 50 kilómetros de Kiev, donde atienden en la actualidad a personas heridas de guerra. Euskadi está, por lo tanto, también presente en Ucrania», ha asegurado.
Urkullu ha defendido que «frente a la agresión unilateral de Rusia sobre Ucrania, la respuesta es fortalecer el multilateralismo» y ha expresado «el pleno apoyo del Gobierno Vasco al sostenimiento de la unidad en la respuesta europea e internacional», así como a la Unión Europea y a la comunidad internacional «en la exigencia del fin de la invasión unilateral y en el objetivo de explorar vías diplomáticas que hagan posible una paz justa y duradera».
Urkullu ha reclamado a la Federación Rusa «un 'alto el fuego' de lo que Vladimir Putin definió como 'Operación militar especial', así como del compromiso para con el desarrollo de un Plan de Paz» y ha reiterado su «afecto, solidaridad y compromiso con Ucrania, y agradecimiento a la sociedad vasca y en particular a las familias acogedoras, así como al voluntariado de las asociaciones y de los grupos locales de acogida». «Esta acogida y refugio debe ser también compromiso con las personas de otros pueblos», ha subrayado.
Por último, ha afirmado que «la crueldad e injusticia de la guerra no tienen por qué tener la última palabra» y ha insistido en que «la solidaridad no deja de hablar y de interpelarnos». «Frente a lo peor, brota también lo mejor de la condición humana. El compromiso y la solidaridad abren la puerta a la esperanza de la paz», ha asegurado.
La joven ucraniana María Dobryanska ha presentado el acto utilizando el ucraniano, euskera y castellano. En el mismo, se han proyectado dos vídeos con testimonios de diferentes personas relacionadas con las consecuencias de la invasión de Ucrania.
Además, se ha celebrado un coloquio en el que ha participado Anna Smolova (29 años), médica radióloga refugiada en Euskadi que trabaja en un hospital; Sofía Van, estudiante de relaciones internacionales en la Universidad de Deusto que vive en Euskadi con una familia de acogida; Vasyl (29 años), de Bucha, que vive en Artziniega y ha acogido a su madre, Halyna, obligada a abandonar su casa; y Enrique Angulo, miembro de la asociación Chernobileko Umeak.