La diputada de Cs en el Parlament y precandidata a la Alcaldía de Barcelona, Anna Grau, se ha definido textualmente como el voto útil del grupo para la ciudad, mientras que el exconcejal de Cs y precandidato, Koldo Blanco, lo ha hecho como garantía para «recuperar la esencia de Cs, sus valores y su orgullo».
Así lo han defendido este domingo en un debate entre los dos candidatos a las elecciones primarias del partido para la Alcaldía de Barcelona de cara a las elecciones municipales de mayo.
Ambos ya han registrado su postulación para liderar la lista de la formación al consistorio, y las primarias se celebrarán el miércoles 15 y el jueves 16 de febrero.
Grau propone "colocar a cs donde se merece"
En su intervención, Grau ha asegurado que presenta una candidatura «limpia y excitante para colocar a Cs donde se merece en Barcelona» y para dar la batalla por la ciudad porque, según ella, el grupo municipal de Cs actualmente no funciona.
Ha situado entre sus prioridades crear unidades especializadas para combatir la inseguridad; invertir 100 millones en limpieza; mejorar la seguridad jurídica de los propietarios de viviendas y acabar con la ocupación ilegal, entre otros puntos.
Ha considerado que, para hacerlo, Cs deberá «recuperar votos del electorado progresista, pero eso no se consigue con el falso progresismo o con los falsos mantras progresistas», que según ella toleran los botellones, los 'top manta' y las ocupaciones ilegales.
Así, se ha postulado como candidata para --ha dicho textualmente-- echar a Ada Colau y todo lo que representa la alcaldesa, a quien ha acusado de no tener un plan para la ciudad, y también para que «empiecen a temer a Cs en el Ayuntamiento», como asegura que lo hacen los grupos en el Parlament.
Koldo blanco recuerda que su compromiso es "absoluto"
Por su parte, Blanco ha defendido que él se presenta para «que todos los afiliados vuelvan a sentirse orgullosos de ser de Cs» y que lo hace porque los afiliados están preocupados por el estado del partido naranja y por su futuro.
Ha recordado que ha dedicado toda su trayectoria política al municipalismo, que fue él quien redactó en 2011 el primer programa municipal de Cs en Barcelona y que su compromiso con el partido es «absoluto», y ha acusado a Grau de no tener este mismo nivel de dedicación por ser diputada en la Cámara catalana.
Aunque ha elogiado la tarea de Grau en el Parlament, ha avisado de que la política municipal exige dedicación completa, a lo que Grau ha replicado que quiere compatibilizar ambos cargos «no por acaparadora, sino porque un concejal en la oposición, si además está en el Parlament, tiene una caja de resonancia, como ha hecho Maragall, que le permite hacer mejor su trabajo».
En cuanto a sus objetivos para la ciudad, ha apostado por «mantener los lazos culturales e históricos tan importantes con el resto de España»; trabajar por el castellano y la neutralidad institucional en los espacios públicos e invertir en derechos sociales, reforzando los recursos destinados a los albergues para personas en situación de sinhogarismo de forma diferenciada según sus necesidades.