Arturo San Agustín ha escrito 'La pamela roja de Sophia' (editada por Catedral) para mezclar la vida personal y pública de la actriz Sophia Loren con personajes arquetípicos de la Italia de su época, como cardenales y artistas que el autor ha conocido.
Ha presentado la novela esta semana junto a la editora Ester Pujol, durante un almuerzo apadrinado por Quim Vila en Vila Viniteca, para evocar la gastronomía italiana que aparece en muchas películas de la actriz, incluido el ragú de 'Sabato, domenica e lunedì' (Lina Wertmuller 1990), inspirada en la obra teatral de Eduardo de Filippo.
San Agustín ha explicado que el hambre que pasó de pequeña se refleja en su hospitalidad; por ejemplo, cuando Al Pacino atravesó platós del estudio Cinecittà, donde rodaba 'El Padrino III', atraído por el olor a ragú que había donde ella rodaba precisamente la obra de Filippo: al ver al actor, le preguntó enseguida si ya había comido.
Por eso, el escritor ha dicho que Sophia Loren ha tenido siempre «obsesión de comer bien y de que la gente que le rodeara, también».
El libro destaca además que sufrió a un padre «poco digno de ella» y que, ya famosa, tuvo un enfrentamiento con el Vaticano por su relación con el cineasta Carlo Ponti: fue acusado de bígamo cuando el divorcio no existía en Italia.
«Sufrió muchos ataques durante mucho tiempo, sobre todo de 'L'Osservatore Romano', pero nunca estuvo resentida», dice el escritor, y recuerda que se sintió reconciliada con la Iglesia con la llegada del Papa Francisco, que le regaló un rosario.
Como actriz, San Agustín pone 'La ciociara' (Vittorio De Sica 1957) por encima de todas sus interpretaciones, porque «nadie ha expresado mejor en el cine el horror de la guerra y de la violación femenina».
Frente a la doble Sophia Lorena pública y privada, la novela se completa con personajes ficticios que son la suma «de muchas personas conocidas» por el autor durante sus muchos viajes a Roma durante toda la vida, como clérigos, diseñadores de moda, galeristas, artistas y gente de cine.
Ester pujol
La editora Ester Pujol ha destacado esa mezcla de retrato de la actriz con «pinceladas de Roma y del Vaticano, pero también de Nápoles y lo napolitano», componiendo un texto entre la ficción y la no ficción, donde Loren es el único personaje real.
Pujol ha añadido que el periodista que aparece en el texto es ficticio pero es un 'alter ego' del autor, al que ha elogiado por la rapidez con la que escribe, y le ha definido así: «Es uno de los mejores escritores en castellano que tenemos».