La autopista AP-7 estará a limitada a 100 kilómetros por hora entre Mollet del Vallès y El Papiol (Barcelona) y entre Calafat y L'Ampolla (Tarragona), y también habrá otras restricciones en cuatro tramos en total para evitar accidentes.
Lo han explicado este miércoles el Servei Català de Trànsit (SCT) y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en un comunicado cada uno tras acordar un plan de actuación para reducir la siniestralidad en la vía.
Entre Fornells de la Selva y Cervià de Ter (Girona) se segregará uno de los cuatro carriles para dedicarlo únicamente a entradas y salidas, y la velocidad en este carril estará limitada a 80 kilómetros por hora.
Trànsit instalará un radar de tramo entre Altafulla y Constantí (Tarragona) en dirección sur para «frenar el exceso de velocidad detectado en este tramo recto, caracterizado por un fuerte pendiente y en el que predominan las colisiones por encalce», y hasta su puesta en funcionamiento los Mossos intensificarán los controles de velocidad en la zona.
Entre Mollet del Vallès y El Papiol (Barcelona), además de limitarse la velocidad los Mossos d'Esquadra harán controles de velocidad, y Trànsit controlará las infracciones con sus medios aéreos e instalará un sistema de velocidad variable.
En el tramo entre Calafat y L'Ampolla (Tarragona) continuarán las limitaciones puntuales a los vehículos pesados, con la prohibición de adelantar ni circular a más de 80 kilómetros por hora para los camiones.
Concentra el 17% de muertes
Desde enero han muerto 23 personas en accidentes de tráfico en esta autopista, lo que supone un 17% de las víctimas mortales en las carreteras catalanas este año, y también acumula 45 heridos de gravedad.
La circulación en la vía ha aumentado un 40% desde que se retiraron los peajes y las congestiones por accidentes han aumentado un 98% desde entonces.