La Policía Nacional ha detenido a 15 personas por resistencia y desobediencia a la autoridad y dos agentes han resultado heridos leves en el desalojo de un edificio okupado conocido como 'La Higuera', situado en el madrileño distrito de Tetuán, ha informado a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
De los arrestados, 8 son hombres y 7 mujeres y se han resistido de forma activa, y en ocasiones violenta, al desalojo de la casa okupada, ubicada en la calle Genciana número 32. Una decena de personas han sido desalojadas. Algunas de ellas se encaramaron en el tejado del edificio.
El operativo policial que se ha puesto en marcha a primera hora de esta mañana, avalado por una orden judicial, ha estado compuesto por varias decenas de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Ha colaborado también la Policía Municipal controlando el perímetro de seguridad y el tráfico en la zona.
«Ha habido una intervención policial por parte de la UIP fruto de una orden judicial que había para desalojar una casa okupada en Tetuán. Y efectivamente ha habido 15 detenidos, ha habido resistencia y la UIP ha tenido que realizar el desalojo avalada por el juez», ha remarcado la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, este mediodía en una visita a Villanueva del Pardillo.
Protesta de apoyo a okupas en el exterior
En el exterior del edificio se han concentrado simpatizantes de los okupas que se oponen al desalojo con gritos y pancartas bajo el lema 'Defendamos la okupación'. Además, han criticado a los medios de comunicación allí presentes y han escupido y amenazado a un periodista, momento en el que ha intervenido la Policía.
Los dueños del inmueble iniciaron hace tiempo el procedimiento judicial para echar a las personas que allí vivían para demolerlo y construir un edificio moderno, que anuncian con un plano bajo el título de 'Castellana norte'. Ya se intentó un desalojo, sin éxito, en junio del año pasado.
El Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán está en contra de la demolición y pide que se catalogue y proteja como edificio singular, construido en 1925, de estilo neomudéjar. Los vecinos aseguran que el permiso de derribo ha caducado, por lo que la inmobiliaria tendría que volver a pedirlo.