El Plan Antibandas puesto en marcha por la Delegación del Gobierno en Madrid a principios de febrero, tras el asesinato el mismo día de dos jóvenes a manos de pandilleros, cumple esta semana 10 meses con un balance de unos 86.000 identificados y 800 detenidos.
Así lo ha indicado esta mañana la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, quien ha asegurado que estas cifras «dan ejemplo de que el plan de antibandas está funcionado y que es verdad que no se pueden prever diferentes cuestiones como las de este fin de semana, si es que tienen que ver con bandas». Así se ha referido a los dos crímenes a disparos registrados en Alcorcón y Fuenlabrada.
La representante del Gobierno central en Madrid, que este mediodía asiste a la celebración del patrón de la Policía Nacional, ha recordado que más de 500 agentes nacionales y casi 300 guardias civiles trabajan en este plan. «A pesar de todo lo sucedido este fin de semana estoy satisfecha», ha apostillado.
Respeto a estos dos homicidios, González ha indicado que las investigaciones «están avanzando». «Dejemos trabajar a la Policía. Para nosotros es una auténtica prioridad. Ayer estuve reunida con la Policía y la Guardia Civil porque se ha dado un salto cualitativo y se han empleado armas de fuego en este caso. Estamos trabajando en el caso de Alcorcón y en el de Fuenlabrada, en el que a día de hoy no podemos establecer relación entre ambos», ha dicho.
La delegada ha recordado que en estos casos las Brigadas de Información y Judicial trabajan de forma conjunta, como así hicieron con buen resultado en el reciente crimen de Villaverde. Además, mañana realizarán una junta de seguridad especial en Fuenlabrada y Alcorcón para analizar estos homicidios, y darán toda la información actualizada.
Mercedes González espera pronto novedades en la investigación, especialmente en el caso de Alcorcón, «en el que de momento no hay ningún dato que nos diga que tiene que ver con bandas». Según fuentes policiales consultadas por Europa Press, este caso no estaría relacionado con una reyerta entre bandas --aunque algunos de los implicados sí podrían ser pandilleros--, sino fruto de celos amorosos.