La causa judicial que investiga las cargas del 1-O en Barcelona llega al quinto aniversario de la votación con 65 agentes de policía investigados y en la fase final de la instrucción del caso, que previsiblemente se juzgará en los próximos meses.
El Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona, que se encarga del caso, decidirá en los próximos meses cuáles de estos agentes irán a juicio y con qué acusaciones, y según un comunicado de Irídia con motivo del quinto aniversario del 1-O ese día hubo «más de 450 conductas desproporcionadas que se tradujeron en violencia policial», lo que respaldan con una pericial encargada junto a las otras actuaciones populares de la causa, Òmnium y ANC.
Esta causa aúna la investigación de todas las cargas del 1 de octubre de 2017 en diferentes colegios de Barcelona, y el caso de Roger Español, que perdió un ojo a causa del impacto de una bala de goma, se instruye en una causa a parte en el mismo juzgado.
En la causa que afecta a Español están procesados un agente que disparó tres veces --el tercero es el que supuestamente causó la lesión-- y el responsable del dispositivo en la Escola Ramon Llull, ambos por un presunto delito de lesiones grave.
A su vez, Español está procesado en la misma causa por un presunto delito de atentado contra los agentes al lanzar una valla metálica hacia un policía, sin dañarlo.
Las pruebas periciales que se han hecho durante la instrucción han hecho concluir al juez que la pelota primero «choca primero en el suelo y rebota en dirección» a Español, y en un vídeo de los hechos se oye cómo el responsable del operativo dio la orden de disparar.
Con el vídeo, el juez ha identificado la trayectoria de la pelota de goma y ha identificado al agente que hizo el disparo, y en el auto de procesamiento el juez señaló que el policía «ya que no se respeta la distancia mínima de 25 metros ni existe la situación excepcional, con agresiones directas y de peligrosidad extrema exigida para el disparo de pelotas a distancia inferior a la citada».