El Centro de Arte Espacio Huecha de Alberite de San Juan (Zaragoza) rinde un homenaje al artista recientemente desaparecido, Vicente Villarrocha, perteneciente al grupo Algarada en los 70 junto a Miguel Ángel Domínguez y Carmelo Caneiro con los que tuvo la oportunidad de exponer en Espacio Huecha en su retrospectiva CasiCuarenta, cuando el grupo artístico habría cumplido cuatro décadas.
Vicente Villarrocha regresa a este espacio a través de su obra, tras seleccionar su viuda, Carmen Rodrigo, cuadros de gran formato. En total se exponen más de 50 obras, desde los años 80 hasta 2021.
Se incluyen en la exposición bocetos de su penúltimo proyecto pictórico e inacabado dedicado a los situacionistas --el último tenía como elemento discursivo la paleta del pintor, que queda en su siempre inquieta cabeza de pintor--.
En cuanto a las técnicas, hay dibujos a carboncillo y, principalmente, técnica mixta con acrílico y algún óleo. Se pueden ver creaciones nuevas y obras que representan la trayectoria artística de Vicente Villarrocha.
La muestra estará abierta al público hasta el 15 de octubre y se podrá visitar los fines de semana en horario de 18.30 a 20.30 horas. Para visitar entre semana hay que contactad por privado en la página de Facebook de Espacio Huecha.
Biografía del pintor que escribía pintando
Vicente Villarrocha (Zaragoza, 1955-Madrid, 2021), se presenta, en sus inicios, a varios concursos y participa en algunas muestras colectivas. En 1973, con sus compañeros de la Escuela de Artes, donde empieza a estudiar, funda el grupo Algarada, que presenta su primera muestra en el centro en 1974, año en el que también ofrece su primera
individual en Arte-Bar La Taguara, el espacio que llevaba la actriz y directora teatral Pilar Delgado.
En 1975 expone con Algarada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y en 1976 en la Galería Atenas. En los años 70 realiza colectivas e individuales en las salas Patagallo y Caligrama, en la librería Muriel y en la sala Libros.
A la vez, con su peculiar personalidad, es un pintor personalísimo y reflexivo, sale fuera de Zaragoza: expone en Pamplona, Vitoria, Madrid, y afina algo que siempre le interesa mucho y que es la clave de su obra: lo que él denomina 'La palabra pintada'.
A partir de los años 80 da clases en la Escuela de Artes y empieza a escribir de pintura en 'Andalán', 'Menos 15', 'El día de Aragón', y redacta muchos catálogos de arte. Pintor culto y teórico, Venecia es durante años el centro de sus obsesiones: con sus edificios trabajados, con sus puentes, con sus canales, con sus personajes, con el eco de tantos y tantos pintores.
Toda su vida acude puntual a la cita de sus bienales por lo que no es extraño que Venecia es prácticamente el único tema de sus pinturas.