Los ilicitanos volvieron a mirar al cielo en una Nit de l'Albà que no perdió ni brillo ni majestuosidad a pesar del cambio de fecha del sábado al lunes por las condiciones meteorológicas.
«La prioridad era volver a disfrutar de la Nit de l'Albà», ha declarado el alcalde, Carlos González, al finalizar el espectáculo de madrugada, destacando que la reprogramación no ha alterado ni el «brillo» ni el resultado.
Una Nit de l'Albà, ha proclamado, «auténticamente espectacular, esplendorosa y de una intensidad extraordinaria», de nuevo con un seguimiento «masivo» por parte de los vecinos de Elche al acudir «como lo hubieran hecho el 13 de agosto».
Al menos tres heridos leves
Tras mostrar su satisfacción por el resultado, el primer edil ha avanzado que el balance provisional de personas atendidas durante el espectáculo es de «mínimos daños», con al menos tres heridos leves: dos por manipulación de productos pirotécnicos y otro por una caída.
Respecto al castillo de fuegos artificiales que queda por disparar, el alcalde ha avanzado que se buscará «la mejor fecha posible» en el calendario, sin concretar si será o no en las dos semanas que quedan de agosto.
La Nit de l'Albà suspendió su fecha tradicional del 13 de agosto por la situación meteorológica «adversa e incierta». A pesar de ello, este lunes se celebró según lo previsto con el disparo de 6.000 kilos de productos pirotécnicos, un centenar de palmeras más que en 2019 (hasta 520) y más puntos de lanzamientos (22) para que el color, el sonido y el olor a pólvora llegara a todos los puntos de la ciudad.
La Palmera de la Virgen de este año estaba compuesta por 1.300 cohetes, con la previsión de alcanzar 300 metros de altura y 700 metros de radio. El objetivo era que permaneciera iluminada durante 25 segundos, unos dos o tres segundos más que la última de 2019.