La Fundació SOM, promovida por profesionales sanitarios de Juaneda Hospitales, está implementando en el Servicio de Nefrología y Diálisis del Hospital Juaneda Miramar, en colaboración con sus profesionales, un programa de musicoterapia, cuya efectividad se ha probado en el alivio del dolor durante la canulación en pacientes de hemodiálisis.
Este proyecto se lleva a cabo entre los responsables de SOM (Sanitaris Oberts al Món), el Dr. Jaume Julià, cirujano vascular, y Pep Ribas, director de Enfermería de Hospital Juaneda Miramar, en colaboración con el Dr. Raúl García, coordinador del Servicio de Nefrología y Diálisis del Hospital Juaneda Miramar, y su equipo, especialmente las profesionales de Enfermería.
La canulación (introducción de un catéter en una vena periférica mediante una aguja) continua durante las sesiones de diálisis es un serio problema para los pacientes por el dolor y la ansiedad que produce, incluso con analgesia pre punción. Algunos estudios han mostrado ya la eficacia de la música en la mejora del dolor y la ansiedad en este proceso.
«El propósito de este proyecto —explican sus promotores— es utilizar el efecto beneficioso de la música en el alivio del dolor, la ansiedad y el estrés que provoca el proceso de canulación en los pacientes sometidos a hemodiálisis». Se trata de un proyecto de un solo centro, en el Servicio de Nefrología y Diálisis del Hospital Juaneda Miramar.
La musicoterapia consiste en la audición de obras musicales escogidas en los diez minutos previos a la canulación. Se incluirá en el procedimiento a todos los pacientes que lo deseen y que no tengan impedimentos físicos (sordera) o que se sientan incapaces de utilizar una tableta para marcar el alivio del dolor (test que desarrollan durante el proceso).
Ese alivio se marcará en una VAS (escala visual de dolor, por sus siglas en inglés) al final del proceso para poder medir qué grado de dolor han tenido y en qué les ha mejorado la audición de la música. La estimación inicial es que la musicoterapia se puede llevar a cabo sobre un grupo de 20 pacientes de hemodiálisis, según indican sus promotores.
La pieza musical se escogerá de un banco que incluye la Suite nº 1 para violonchelo en Sol M de Bach, la Sonata para dos pianos en Re mayor de Mozart, el Concierto para Mandolina en Do mayor de Vivaldi, el Preludio en Do mayor de Bach, la Gymnopedia nº 1 de Satie, la Romanza del Concertino de Vacarisses, la Serenata Claro de Luna de Beethoven, el Spiegel im Spiegel de Arvo Part, el Claro de luna de Debussy, el Canvion Camile de Le Mepris y el Nocturno nº 20 de Chopin.
El objetivo primario incluye la medición mediante la mencionada escala VAS durante la canulación. Entre los objetivos secundarios están la medición de pulso y tensión arterial y la escala de ansiedad de Beck. Todo ello con la intención de valorar la reducción del dolor y la ansiedad en paciente durante la canulación y mejorar la calidad de la atención.
Arsenia González, supervisora de Enfermería de Nefrología y Diálisis y responsable de la canulación será quien realice el apoyo al paciente, con la colocación de los cascos de audición, la conexión a las piezas musicales, la cumplimentación de la escala del dolor y de ansiedad y la toma de la tensión arterial y el pulso para valorar su estado durante el proceso.
El presente proyecto genera distintos beneficios. El primero, aliviar en la medida de lo posible las molestias derivadas del proceso de canulación de la fístula arteriovenosa, mediante la audición de una pieza musical. Una vez se haya comprobado que los pacientes en esta fase de la diálisis se benefician de la musicoterapia se estudiará ampliar su uso.
Si los resultados son los previstos, los promotores del proyecto creen que será factible extrapolar el uso de la musicoterapia en colectivos de enfermos vulnerables o que estén bajo situación de stress. Sería el caso de pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia, psiquiátricos, enfermos Sala de Preoperatorio, en Sala de Preparto y en quirófano bajo anestesias locales o parciales.