Autores: Albert Orfila, Carlos Montes de Oca, Fernando Fernández, Miquel Alzamora, Carlos Róman, Tolo Jaume, Juan Pedro Martínez y Miguel Vidal.
La etapa que comprende entre 1986 y 1991 está marcada por una serie de acontecimientos claves que acabaron de asentar al Mallorca de nuevo en la élite. Recuperada la Primera División, el estelar fichaje del portero marroquí Zaki Badou, la aparición en escena de Miquel Àngel Nadal y la clasificación para el playoff por el título en la campaña 1986-87, luchando por competir en Europa por primera vez en su historia, llevaron a los de Serra Ferrer a protagonizar un retorno antológico.
Además, Enrique Magdaleno fue el máximo goleador nacional (19 tantos) y la afición volvió a volcarse con el club y los juga dores. La resaca tras una campaña brillante se pagó para. La temporada 88-89 fue todo un suplicio para el mallorquinismo. No se encontraba la regularidad y el equipo cayó a plazas de promoción, teniendo que jugarse la categoría a doble partido ante el Real Oviedo.
Descenso
El Mallorca siempre ha sido una referencia en el deporte de las Islas y Ultima Hora ha ido dando buena cuenta de los éxitos y de las decepciones del club desde el mismo día en que el Alfonso XIII se fundó en marzo de 1916. Prácticamente desde el mismo día en que Vázquez Humasqué puso los engranajes de la entidad en marcha, todos los movimientos y el día a día del club tuvieron su espacio en el periódico del Grupo Serra. Siempre codo con codo, Ultima Hora ha ido dando cuenta de los cambios que iba experimentado el club, cambios que iban a la par de la sociedad del momento, así como de la modernización del rotativo.
Ese enfrentamiento fue la culminación de un año difícil. La ajustada derrota en el Tartiere (2-1) acabó siendo decisiva, pues en la vuelta en el Lluís Sitjar, el empate a cero final condenó de nuevo al Mallorca al descenso a la Segunda División. Una pesadilla que, por fortuna, iba a durar poco.
Fue un tránsito breve, pues en el curso 88/89, el Mallorca acabó cuarto y, de nuevo en la promoción, recuperó la categoría perdida. El 1-0 de Sarrià se volteó en el Sitjar, en la prórroga y con un tanto de Vidal.
La vuelta a la máxima categoría, en la temporada 89-90, resultó plácida. El Mallorca, además, fue el equipo menos goleado de Primera, con 34 tantos en contra, llegando incluso a pelear por la UEFA.
Pero la historia iba a hacer un guiño al club balear en la temporada 90-91, en la que se logró la permanencia en Primera División. Pero el 29 de junio de 1991, el Mallorca sellaba todo un hito en sus 75 años de vida: jugar su primera final de la Copa del Rey. Fue en el Santiago Bernabéu, ante el Atlético de Madrid, y un gol de Alfredo en la prórroga (1-0) acabó con el sueño de una afición y un club que rozó el cielo y puso la primera piedra dentro de un palmarés que iba a crecer más con el paso de la década.