La alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya, hace un balance optimista y en positivo de la legislatura en el municipio, aunque es consciente del gran número de dificultades que se han tenido que sortear en el camino hasta llegar a la normalidad y la recuperación, aún en consolidación. «Podemos decir que ha sido una legislatura muy dura, hemos vivido una pandemia que ha afectado a todos los ámbitos y todos los sectores económicos y sociales del pueblo», afirma. No obstante, para llegar a ese sendero de normalización y recuperación de la actividad se ha tenido que trabajar mucho desde el consistorio municipal. La clave de ese trabajo ha sido la determinación de todos sus miembros para superar los muchos problemas que se han presentado durante los meses de crisis y que además lo han hecho de formas muy diversas y en escenarios constantemente cambiantes: «Desde el Ajuntament, gracias al conocimiento, la experiencia y el rigor de todos sus miembros, hemos podido estar al lado del ciudadano y sus necesidades en todo momento».
Otro factor decisivo en el éxito de las decisiones que se han ido tomando en cada etapa de la crisis ha sido el trabajo conjunto con las instituciones supramunicipales, asegura la alcaldesa. «En todo momento hemos estado en buena sintonía con el resto de administraciones» a la hora de diseñar las estrategias a seguir. El factor de la sincronía entre el gobierno local, el insular y el autonómico ha propiciado que, junto a esa amplia experiencia de gobierno antes mencionada, se haya podido realizar «una gestión municipal pensada en la gente y orientada hacia todos los sectores que se han visto afectados». En linea con las políticas de sostenibilidad y mejora energética, Son Servera también ha desarrollado medidas especiales, entre las que se puede mencionar la sustitución de las torres de iluminación del campo de fútbol municipal por otras más sostenibles y de bajo consumo, medida con la que se ha conseguido un gran ahorro energético. Esa misma eficiencia energética se ha traducido en la sustitución de la caldera de gasoil del campo de fútbol por otra de gas, o la que hasta ahora se alimentaba de pellet del polideportivo por otra de gas, que redundará en una mayor eficiencia y sostenibilidad.
La gestión del día a día de Son Servera se ha intentado mejorar también mediante la implantación de un sistema de administración pública telemático, que logra que la relación del ciudadano pueda ser constante. Para ello se han activado puntos en Cala Millor y Son Servera para la acreditación de certificaciones digitales que hasta ahora solo podían obtenerse desplazándose a Manacor.
Una eficaz gestión de las cuentas es fundamental para que un ayuntamiento de la importancia de Son Servera pueda desarrollar sus políticas. En ese sentido, la alcaldesa subraya que la presente legislatura está próxima a finalizar con unas cuentas muy saneadas: «las arcas municipales están ahora mismo en una situación de una deuda 0». Este factor asegura que se podrán seguir desarrollando todas las iniciativas con la tranquilidad de una financiación equilibrada. «Este Equipo de Gobierno no ha concertado ninguna línea de crédito, pudiendo así eliminar su deuda, lo que permitirá mantener todos los servicios que queremos ofrecer a los ciudadanos». Esta capacidad de maniobra se va a expresar en medidas de carácter social, como el «refuerzo especial con nuevas plazas en las escuelas de verano, que permitirán conciliar mejor la vida familiar a todo el sector de servicios, el principal de nuestro municipio. También podemos anunciar la próxima construcción de una escoleta 0 a 3 años en Cala Millor».