Son los ganadores de Connect’Up 2018 y el ejemplo perfecto de la innovación más puntera. Noelia Márquez, con su socia Patricia Aymà, lidera un proyecto que convierte residuos orgánicos en bioplásticos sin química. Una revolución tecnológica.
¿Qué ha supuesto ganar Connect’Up 2018?
— Nos dio mucha fuerza ya que era un proyecto de una temática que nada tenía que ver con el turismo y nos sorprendió. Fue el primer aporte económico externo que recibió VEnvirotech y nos dió pulmón para empezar a dedicarnos 100 % al proyecto y tirar adelante.
¿En qué punto estaban al llegar a Connect’Up?
— En una fase muy semilla. Era prácticamente una idea y a partir de Connect’Up parece que todo ha ido rodado. Entramos en el fondo de emprendedores Repsol, llegamos a la final de los premios Everis... Es un sueño. Connect’Up nos ayudó en difusión, formación, expresión oral…
Y ahora, VEnvirotech está implantando ya una planta transformadora.
— Estamos en un punto crucial. Acabamos de instalar nuestra primera VE-box, una planta industrial capaz de gestionar 2,5 toneladas de residuos al día. Hemos recibido la primera ronda de financiación, lanzamos propuestas de proyectos europeos, estrenamos web, ampliamos el equipo… Sin publicidad, tenemos empresas a nivel nacional e internacional dispuestas a apostar por nosotros.
¿Qué consejos darían a los emprendedores? ¿Recomendarían su participación en Connect’Up?
— Si les gusta lo que hacen, que nadie les diga ‘es muy difícil’: que pongan todas las ganas y sigan su meta. Y por supuesto que recomendaría Connect’Up. Es una experiencia enriquecedora: tendrán difusión, formaciones valiosas y conocerán a personas en su misma situación, creando ecosistemas y sinergias entre ellos. Los participantes del año pasado seguimos en contacto y compartimos nuestros avances o pedimos ayuda.
¿Qué planes tienen ahora?
— Nuestro meta a corto plazo es validar la tecnología a nivel industrial, extraer bioplasticos y estudiar aplicaciones reales. Esperamos tenerlo para verano. Queremos arrancar con los primeros clientes y crecer de una manera rápida y responsable.
¿Mallorca es un buen lugar para innovar?
— Cualquier sitio es bueno para innovar, los innovadores son los emprendedores. Es cierto que en Mallorca tenemos unas frecuencias de vuelos geniales. Además, me encanta salir del coworking del IFOC donde trabajo y tener el mar a unos metros…