Cuando se produce un accidente de tráfico, un balconing o cualquier golpe de alta energía uno de los principales órganos que se lesiona es el hígado. Cuando se rompe este órgano vital, se abre como si fuera un libro y empieza a sangrar a borbotones. La forma de evitar que deje de sangrar es conseguir recuperar la forma que tenía antes, es decir, cerrar ese libro. Hasta a día de hoy seguimos aplicando el mismo tratamiento que se descubrió en la Primera Guerra Mundial: abrir el abdomen, meter compresas alrededor del hígado para intentar bloquear el sangrado, cerrar y cruzar los dedos. Este es el manejo hoy en día estándar del trauma hepático grave. En el siglo XXI tiene que haber maneras mejores de hacerlo. Con estas palabras, el doctor Juan José Segura, cirujano oncológico del Hospital Universitari de Son Espases, explica cómo surgió LiverVac. Segura es el artífice de un dispositivo revolucionario en fase de estudio con el que se pretende salvar vidas en un futuro.
«Lo que hemos diseñado es un dispositivo, una bolsa de plástico que rodea el hígado y se conecta a vacío. La idea es que podamos someter al hígado a una presión controlada y además al someterlo a vacío si sangra lo podemos ver. De esta forma tenemos al paciente controlado y se presiona el órgano deseado. Es un sistema fácil de utilizar y útil» explica Segura.
LiverVac es el proyecto de innovación de este doctor natural de Sevilla. «Se trata de un dispositivo en fase de estudio que pretende emular el tratamiento estándar de comprimir el hígado pero de una forma más reglada. Meter compresas tiene muchos problemas, desde infecciones, uno no controla a cuánta presión está sometiendo el hígado porque se hace ‘a ojo’, también se pueden meter compresas de más y comprimir otros órganos o de menos y que siga sangrando», argumenta el doctor. Y añade que «lo que se busca con este tratamiento es colocar el hígado como toca, que cicatrice como una herida cualquiera. Una vez que el hígado cicatriza el dispositivo se quita y está resuelto.
De momento solo se ha probado en cerdos y según apunta Segura «ha ido muy bien, pero no basta con probarlo en cuatro o diez cerdos y luego en humanos. Hace falta mucha regulación, inversión e interés por parte de la industria para que podamos empezar a trabajar en ello. Sobretodo necesitamos pasar la normativa y para ello son necesario más estudios en animales antes de poder escalarlo a humanos», concluye.
«El proyecto tiene un amplio potencial de crecimiento»
La experiencia y competencia de Marta Llamas, técnico de Negocio y Emprendedores de CaixaBank, ha sido pieza clave para el doctor Juan José Segura y su proyecto LiverVac.
Llamas ha sido la apoderada y mentora de este proyecto de salud con el que se pretende salvar vidas en un futuro. Según sostiente la experta, la evolución de LiverVac desde que se inició el programa formativo de Connect’Up ha ido aumento de forma exponencial y añade que «el programa ha contribuido a que desarrollaran esta gran idea que, aunque tenía pruebas previas, llegó en fase inicial y les ha ayudado a elaborar un plan de negocio y a identificar sus debilidades y fortalezas para hacerlo viable y atractivo a futuros inversores».
Sobre el futuro de LiverVac Llamas vaticina un gran triunfo y apunta que «ahora más que nunca, somos conscientes de la importancia que tiene la emprendeduría en el ámbito sanitario y lo decisivo que es invertir en investigación, en desarrollar nuevas herramientas y tecnología que aporten soluciones a los retos con los que se enfrentan diariamente los sanitarios y pacientes. En este sentido, LiverVac ha evolucionado un tratamiento para el trauma hepático producido por los accidentes de tráfico por lo que creo que, bien enfocado, tiene un amplio potencial de crecimiento y puede alcanzar un gran éxito».
Una de las principales labores de Llamas como mentora ha sido «aportar una visión empresarial ajena al mundo sanitario ya que en CaixaBank estamos especializados en asesorar y prestar servicios financieros a start ups y scale ups en todas sus fases, desde su etapa de crecimiento y búsqueda de financiación, hasta su consolidación». Asimismo señala que «en el proyecto de VBP, hay muchos participantes hasta llegar al consumidor final, en este caso, el paciente, y esta cadena tras su paso por Connect’Up ha quedado definida».
De igual forma, Llamas señala que el trabajo efectuado entre ella y el doctor Segura ha consistido en un diálogo constante para conseguir lo mejor del proyecto. «La verdad que ha sido muy fácil y un placer realizar esta mentoría con Juan José Segura, el inventor de LiverVac. Es una excelente persona con una mente incansable y muy receptivo en cualquier idea que pudiera surgir».