Con una destacada experiencia como business angel, Sergio Juanós es un respetado inversor que ha ayudado a 17 start ups nacionales con su afilado olfato. Ahora es director de desarrollo para Europa de Field Marketing Solutions. El 4 de marzo aterrizará en Connect’Up BABI, organizado por Grup Serra y con el patrocinio de CaixaBank, para compartir su experiencia.
¿Cuál va a ser su participación en Connect’Up BABI?
— Hablaré de la actividad que lleva a cabo un business angel, lo que hace antes, durante y después de invertir en start ups. En 2015 empecé como business angel invirtiendo en compañías de base tecnológica adicionalmente a mi actividad profesional.
¿En qué situación se encuentran los business angel en España?
— Ahora hay muchísimos más, aunque no somos muchos. Hay más gente interesada en añadir a su actividad la inversión en pequeños proyectos de emprendimiento.
¿Qué es un business angel?
— Es un particular que dedica parte o todos sus recursos de inversión en proyectos de emprendimiento, habitualmente start ups de base tecnológica. Es un inversor que entra en fases tempranas y está de accionista durante años hasta que la compañía crece y llega otro inversor más grande, lo que le permite desinvertir y obtener un retorno sobre su capital.
¿Hay que tener olfato para elegir los proyectos?
— Al business angel le llegan proyectos a través de foros de inversores, privados o de escuelas de negocio, también de colegios profesionales, aceleradoras o Internet, donde se da visibilidad a proyectos que buscan inversión. El business angel se interesa por un proyecto y profundiza en su análisis, previo a su decisión de invertir. Cada uno tiene sus preferencias por sectores o modelos de negocio. Un business angel aparece en fases tempranas del proyecto.
¿Hay proyectos que se frustran?
— El 70 por ciento de las start ups naufragarán en sus dos primeros años de vida. Para minimizar el riesgo hay que diversificar y el business angel construye una cartera de ocho o diez start ups. Hay que esperar a que dos o tres vayan bien y compensen así con creces las otras inversiones no funcionan. El sueño húmedo de un business angel es que una de sus invertidas se convierta en un unicornio, que alcance los 1.000 millones de dólares. No es habitual. Con una cartera de seis u ocho start ups se pueden obtener retornos del 10 por ciento.
¿En qué situación se encuentra el sector en Mallorca?
— Aunque vivo en Barcelona, siempre he tenido un ojo en Mallorca. La primera start up en la que invertí fue Essentially, una agencia de viajes de lujo de la Isla que tiene clientes de alto standing. Mi última inversión es de la Isla: Nauta Morgau fabrica embarcaciones de madera propulsadas por electricidad. Mallorca tiene un gran potencial para ser un destino internacional.
¿Por qué cree que Connect’Up BABI es una buena oportunidad?
— Connect’Up forma parte del desarrollo del ecosistema emprendedor, de la mano de los business angel. Es imprescindible que haya foros y puntos de encuentro como este, ya sea a nivel divulgativo o para visibilizar proyectos a inversores. Creo que llegará para quedarse.