Álvaro Medina (Palma, 1986) es desde hace un año el gerente de la Fundació Bit, una de las instituciones que colabora activamente con Connect’Up 2020, el concurso de emprendeduría balear.
La Fundació Bit participa como colaboradores de Connect’Up ¿En qué consiste dicha colaboración?
—La colaboración se basa en tres vertientes. Por un lado, participamos como formadores en el programa Start del Lean Canvas, además hemos cedido el auditorio y la sala de prensa durante todas las formaciones. Finalmente, ofrecemos diferentes premios a los ganadores tanto de la categoría Start como la Grow. En la primera facilitamos estancias en nuestra incubadora de empresas y en la segunda diagnósticos y planes de acción en innovación.
¿Cómo cree que se encuentra el escenario innovador actual de Baleares?
—El ecosistema innovador, como el resto de empresas, están pasando un momento difícil debido a la COVID-19. Desde la Fundació hemos virado los esfuerzos de toda el área de innovación hacia el apoyo a las empresas y estamos adaptando los servicios a la nueva realidad para seguir favoreciendo la creación de empresas basadas en el conocimiento y ayudar al resto de empresas a incorporar la innovación como elemento de competitividad. Antes de la pandemia, habíamos visto, en cualquier caso, un aumento de la inversión en I + D de las empresas de Baleares que ha ayudado a las empresas más innovadoras y con productos tecnológicos más avanzados a adaptarse muy rápidamente a la situación ofreciendo nuevos servicios y/o abriéndose a mercados diferentes.
¿Qué tipo de proyectos emprendedores destacan en Baleares?
—Hay de todo, pero en la incubadora todas las ideas deben ser de base tecnológica. Uno de los proyectos que tuvo mayor repercusión fue Habitissimo, un software que pone en contacto personas con que quieren hacer una reforma con profesionales. Pero fuera hay mucho emprendedor que no ha pasado por nuestra incubadora y que ha tenido una repercusión brutal como es Logitravel.
¿Faltan profesionales de las TIC en el Archipiélago?
—Sí, faltan muchos y no solo en Baleares. En general en España hay una falta de interés y son pocos los jóvenes que terminan la formación básica. Las empresas tienen muchas demanda de este tipo de profesionales.
¿Cree que hay poco interés hacia las TIC?
—No sé si es falta de interés, pero por un lado, el género femenino está poco representado y es una falta estructural. Por otro lado, la gente desconoce el potencial de las carreras tecnológicas, y las carreras TIC dan herramientas para crear empresas. Las TIC necesitan una mayor visibilidad.
Al final el teletrabajo se ha impuesto por la fuerza...
—Para mi no es algo novedoso, ya que donde trabajaba antes se podía teletrabajar. Pero es cierto que las empresas se han dado cuenta que no es tan necesaria la presencialidad. Hay muchas empresas que están ‘modo pandemia’ y otras como Apple que no tienen previsto el teletrabajo.
¿Hacia qué dirección va la Fundació Bit?
—La visión estratégica 2020-2021 es consolidar y conseguir que se sostenga el tejido económico que tenemos en el parque, además del apoyo a empresas a nivel global con programas de mentorización. A nivel interno queremos ser el actor que pueda proveer de soluciones tecnológicas al Govern.