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Un espacio íntimo reconvertido en un oasis

A pesar de que el baño es una de las estancias más privadas e íntimas del hogar, las tendencias abogan principalmente por espacios diáfanos con grandes ventanales

Una buena iluminación es esencial para crear una estancia funcional y atractiva. | Socías y Rosselló

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De un tiempo a esta parte, el cuarto de baño se ha convertido en mucho más. Se ha transformado en un espacio que, además de uso higiénico, se relaciona con la salud física, la belleza y la psicológica, entendiéndolo como un lugar íntimo donde desconectar; un rincón agradable, cómodo y apto para conceder y transmitir sensaciones. Un oasis a medida.

No todos tenemos el espacio suficiente para incluir una zona de relax en el baño con sofás como si de un auténtico spa se tratara. Pero si se dispone de un baño más o menos amplio, es posible convertir esta estancia en un lujo donde disfrutar y relajarse.

Aunque se trata de un lugar privado que se cierra cuando se usa, las nuevas tendencias en cuanto a estilo optan por multiplicar el tamaño, abrir grandes ventanales, establecer una distribución cómoda, y equiparlos con la última tecnología. La reforma o diseño del baño es, junto a la cocina, una de la s más demandas y relevantes. En cuanto a las tonalidades, las tendencias se inclinan por colores claros y naturales para crear una atmósfera de paz y serenidad.



Uno de los principales factores para lograr un baño de lujo es la luz: baños con ventanas y cristaleras que aporten profundidad. De igual forma, con el objetivo de mejorar la entrada de luz natural, se recomienda situar la zona del tocador frente a la ventana o a un lado de esta. Los espejos son también grandes aliados de la luz, así que una opción es decantarse por grandes piezas. La iluminación es otro factor a tener en cuenta: focos y apliques en la zona de tocador y con alguna luz puntual, para crear un rincón de descanso.

El baño debe ser acogedor, así que su distribución y equipamiento es de vital importancia. Es clave poder moverse libremente y más cuando se trata de un baño compartido. Debe tener una cómoda salida de la ducha o bañera y contar con sitios de almacenaje para evitar utensilios encima del tocador, entre otros factores.

Disfrutar de los beneficios del agua puede hacer del baño un spa doméstico. Cada día se imponen más los platos de ducha en el baño. Las duchas se amplían y complementan para convertirse en auténticos spa en los que relajarse con una ducha que incluya un rociador con distintos chorros o con una columna de hidromasaje, que incidan sobre las zonas dorsal, lumbar y cervical. Y si las dimensiones de la estancia lo permiten, se puede optar por bañeras de hidromasaje, cabinas de sauna o baño turco.

Respecto a los materiales, las tendencias optan por aquellos que priorizan la funcionalidad. Se pueden encontrar acabados en todo tipo de materiales sintéticos o naturales que ayudan a crear un entorno característico a la ducha.

El declive de los bidets

La gran mayoría de los pisos de nueva construcción no tiene en cuenta el bidet, un accesorio sanitario que cuenta con más de 300 años de historia y con una relación directa con la cultura europea. Desde hace años, la demanda en Mallorca ha caído. El 90 % de las nuevas viviendas los evitan; así lo señala el presidente de la Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Balears (Proinba), Luis Martín, quien matiza que esta decadencia se produce desde, al menos, hace 15 años. «Hay un doble motivo: primero, porque los pisos cada vez se hacen más pequeños y el bidet es una pieza sencilla de eliminar; segundo, la gente joven ha dejado de pedirlo».

Actualmente, las promotoras añaden este sanitario por demanda, y normalmente lo pide el cliente local. «El perfil extranjero casi nunca lo solicita; en muchas villas y chalets tampoco se coloca. El bidet ha pasado de moda», reconoce. Uno de los libros de referencia acerca de la historia de este histórico artículo de baño es El inodoro y sus conexiones, de Ángel Prignano, donde aparece documentado un escrito sobre el bidet en Francia en 1710. El arquitecto Lluís Bort, del estudio Antonio Obrador, lo relaciona con la cultura árabe y la mediterránea, pero confiesa que todavía sí hay una clientela fija que confía en él. «El tipo de perfil que tenemos es de alto poder adquisitivo. En nuestro caso, que reformamos viviendas grandes, siempre que diseñamos la casa incluimos el bidet en algún baño principal». Asimismo, corrobora que la limitación de metros cuadrados en las nuevas promociones de fincas es un obstáculo para este tipo de sanitario.

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