Rafael Nadal anunció este miércoles que no puede jugar el Masters 1.000 de París por problemas abdominales, lo que supone que el próximo lunes perderá la condición de número uno del mundo en beneficio del serbio Novak Djokovic.
Nadal convocó a la prensa a pocos minutos del inicio de su duelo contra su compatriota Fernando Verdasco, que tendrá que enfrentarse con el tunecino Malek Jaziri, que sustituye al mallorquín.
«Estos días me he sentido bien, pero he comenzado a sentir unos dolores abdominales, sobre todo en el saque, y el médico me ha recomendado no jugar», dijo.
Nadal evitó hablar de lesión y aseguró que habría podido jugar el partido contra Verdasco, pero señaló que el médico le dijo que si completaba el torneo «la rotura era segura».
«Es duro jugar un partido sabiendo que no vas a poder disputar todo el torneo», señaló Nadal, que afirmó desconocer el alcance de los problemas y si le permitirán jugar el Torneo de Maestros que comienza en Londres el próximo día 11.
Nadal aseguró que tomó la decisión de no comenzar para evitar males mayores en un futuro inmediato, en una temporada que calificó de «complicada de lesiones».
«Prefiero tomármelo con calma. No me gusta retirarme de un torneo como este, pero es mejor así antes de que dejar que las cosas vayan a peor», indicó. El mallorquín aseguró que su prioridad es «ser feliz y estar lo más sano posible» y precisó que esta temporada no ha conseguido lo segundo «pese a haber hecho el calendario más conservador posible». «Voy a intentar hacer las cosas lo mejor posible para estar en el circuito el máximo tiempo posible», agregó.
Sobre la pérdida del número uno del mundo en favor de Djokovic, Nadal aseguró que «es un milagro» que llegara a este punto de la temporada en esa posición «habiendo jugado solo siete torneos completos».
«Lo que es un milagro es estar en el uno hasta hoy habiendo jugado 9 torneos toda la temporada y habiéndome retirado en dos de los cuatro Grand Slam (...) Estar donde estoy es una gran noticia, quiere decir que he hecho las cosas en la pista casi mejor imposible», dijo.
Al tiempo, el español alabó a Djokovic: «Es alguien que lo merece y que es muy bueno y que ha podido jugar muchos meses continuados y lo ha hecho muy bien. A mí se me hace complicado estar en el uno habiendo hecho siete torneos completos todo el año».
El serbio, que este martes logró el pase a cuartos de final, supera así la ventaja de 215 puntos que le separaba del español y recupera un número uno que perdió en noviembre de 2016, cuando comenzó un descenso que le llevó al puesto 22 del ránking en el que estaba en junio pasado.
Pero parece haber recuperado su mejor tenis, ha ganado Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos y desde agosto pasado en Canadá no ha perdido ningún partido.
De esta forma, se convierte en el primer tenista en encaramarse al número uno del mundo en una temporada en la que llegó a estar fuera del 'top 20' por primera vez desde que lo hizo el ruso Marat Safin en 2000.
Es la cuarta vez que Djokovic accede a la cima del tenis mundial, que ya conquistó en julio de 2011, en noviembre de 2012 y en julio de 2014, la última vez, cuando lo tuvo hasta octubre de 2016.