Rafael Nadal se mostró este domingo en París contento de su regreso tras retirarse de las semifinales del Abierto de Estados Unidos a principios de septiembre por molestias en el tendón rotuliano, y aseguró que tenía «buenas sensaciones en la pista».
«Me centro en el día a día. Estoy contento de estar aquí y tengo mejores sensaciones en la pista. Estoy practicando un poco más cada día y, sí, intento trabajar en los sentimientos positivos», dijo el tenista en una rueda de prensa previa al Masters 1.000 de París Bercy, en el que participará esta semana.
Nadal apuntó que hacer el regreso en París «le motiva un poco más», porque es «una ciudad muy importante» para él, y no pareció dar mayor importancia al daño en su rodilla, algo que le ha pasado «varias veces» en su carrera. «Más o menos ya sabemos el proceso y sabemos lo que es bueno para nosotros y lo que no lo es. Intentamos hacerlo a nuestra manera, con calma y manteniéndonos positivos cada día», detalló.
El mallorquín explicó que para su recuperación ha tenido que reducir la intensidad en los entrenamientos, tras haber parado «un tiempo», después del Abierto de EE.UU. y, a continuación, volvió a practicar «lentamente, poco a poco». «No estoy pensando en grandes mejoras. Simplemente en pequeñas mejoras, ese es el objetivo», aseguró.
Preguntado sobre su polémica participación en un torneo en Jeddah, Arabia Saudí, el próximo mes de diciembre, donde jugará contra Novak Djokovic, Nadal dijo «estar al tanto de la situación», sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi pero justificó que se trata de un compromiso. «Tengo un compromiso desde hace un año para jugar allí, y sé que mi equipo está hablando con ellos para analizar las cosas, eso es todo», señaló.
El jugador, que ha recibido críticas por esta decisión, dijo que «es terrible que un periodista pierda la vida», y que sabe que «algo muy malo ocurrió allí dentro», dijo, por lo que están «viendo cómo evoluciona la situación» con la esperanza de que «las cosas se aclaren lo más rápido posible».
También se refirió a la competición solidaria de ayuda a los vecinos de Sant Llorenç, donde las inundaciones este mes dejaron un decena de víctimas mortales. Nadal dijo que había vivido de cerca estas inundaciones, por la muerte de dos primos de uno de sus mejores amigos.
«La información (sobre el encuentro) se confirmará día a día, ahora estamos simplemente hablando con los jugadores y por supuesto con algunos apoyos. Lo que pasó en varios pueblos cercanos a mi casa, pero sobre todo en Sant Llorenç, es muy difícil de describir», lamentó el tenista.
A la espera de saber cuándo jugará el primer partido, Nadal se ha dejado ver entrenando en la pista del AccorHotels Arena, donde se desarrolla el Masters 1.000, según muestran varios vídeos difundidos por la organización en redes sociales.