Cuatro meses y siete días después de conquistar la Copa Davis, Rafael Nadal regresó a la tierra. El número dos del tenis mundial entró ayer en contacto con la superficie roja en el Club de Tenis Manacor, donde pondrá a prueba la evolución de sus rodillas sin perder de vista el Masters 1000 de Montecarlo. Advierte que llegará «justo» al Principado de Mónaco, aunque espera «competir con garantías» en un torneo que ya ha conquistado en siete ocasiones.
Tras despedirse de Miami por la fuerte tendinitis crónica y tratarse sus rodillas, el mallorquín se reincoporó al trabajo en la pista, en el escenario donde dio sus primeros golpes y en el terreno en el que ha coleccionado sus mayores logros. Su primera sesión sobre arcilla después de casi dos semanas de inactividad se prolongó durante dos horas y media. El principal objetivo es acelerar la transición a la superficie en la que se jugarán los cinco próximos torneos.
Positivo
«No sé aún como llegaré a Montecarlo porque no juego hasta el miércoles que viene. Las sensaciones del primer día no han sido malas y ahora toca esperar a ver si las rodillas funcionan bien para pasar las horas en tierra que me gustaría y prepararme bien para la temporada de tierra», valoró Nadal. «Si la rodilla está bien y consigo entrenar hasta el martes con la intensidad necesaria me veo con opciones de competir con garantías. Después veremos como va todo, pero hay que ser realistas, porque llevo tiempo sin jugar y habrá que ver como va el sorteo para ver si es favorable para coger ritmo de competición».
Nadal acumula siete victorias consecutivas en Montecarlo y defiende un buen puñado de puntos hasta Roland Garros, el gran objetivo y a su vez su gran sueño, ya que está en condiciones de batir las seis victorias de Bjorn Borg. Hasta entonces se avecina un maratón de partidos y la envergadura del desafío invita al mallorquín a encarar con cautela un tramo crucial del curso. «La temporada de tierra se presenta como cada año, con dificultades y con la ilusión de jugar al máximo nivel, tener opciones de competir por las rondas finales y ser competitivo. Hay que ir día a día y pensar en coger el mejor nivel posible cuanto antes y que no haya problemas físicos, porque si aparecen todo se hace muy complicado por no decir imposible».
Contrarreloj
Nadal viajará mañana y continuará con su particular contrarreloj en el Montecarlo Country Club. Será en el único de los nueve Masters 1000 que no es obligatorio, pero que esta temporada dará cita a los mejores, a excepción de Roger Federer, que contaría con una invitación de la organización del torneo si finalmente decide participar. A diferencia del año pasado sí estará en la arcilla monegasca Novak Djokovic, que tratará de trasladar su hegemonía en la pista rápida a la tierra batida.
Por otra parte, Nadal se mostró muy satisfecho por la posibilidad de jugar un partido benéfico precisamente con el serbio el próximo 14 de julio en el Santiago Bernabéu. «Estoy contento de que se haga un partido a beneficio de la fundación y estoy agradecido a Djokovic por la disponibilidad, porque son fechas que no son fáciles para nadie. Creo que será una experiencia diferente, bonita y siempre para causas necesarias», dijo.