El tenista español Rafael Nadal consiguió el pase a las semifinales de Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, al remontar al argentino David Nalbandian por 4-6, 7-5 y 6-4 en dos horas y 39 minutos tras hacer frente a una situación muy delicada, como ya ocurriera en su duelo en este escenario en 2009.
Si en aquel entonces Nadal venció al argentino tras levantar cinco bolas de partido en los octavos de final del torneo californiano, hoy tuvo la paciencia y resistencia necesarias para dar la vuelta a un partido ante un rival con un potente saque y una motivación por las nubes.
El español se medirá mañana al suizo Roger Federer.
El mallorquín alcanza así su séptima semifinal en Indian Wells en siete años y deja el registro frente a Nalbandian en cuatro victorias (las cuatro seguidas) y dos derrotas. Al partido de hoy llegaba el español sin haber cedido un solo set en el torneo y habiendo perdido 14 juegos.
Ambos tenistas ofrecieron un primer set durísimo y tremendamente igualado. Juego a juego, centímetro a centímetro, defendieron su servicio sin grandes dificultades, ofreciendo unos golpes agresivos desde el fondo de la pista y exigiendo a su rival mucha movilidad en los desplazamientos.
Nalbandian, espléndido físicamente por entonces, hizo de su revés su golpe más efectivo y así sorprendió a su rival para, con 5-4 a su favor, romperle el saque y anotarse el primer set con una potente derecha dirigida a la esquina izquierda de Nadal.
Con el público de la pista central de Indian Wells a su favor y con 30 grados cayendo sobre el desierto californiano, el argentino dispuso de dos nuevas bolas de "break" tras el 1-0 inicial que fueron salvadas por el manacorense con gran determinación.
Sin embargo, el potente saque del argentino le sirvió como guía a lo largo de la segunda manga, en la que negaba a Nadal cualquier posibilidad de romperle el saque para igualar el choque.
El balear sufría con el revés y no terminaba de estar cómodo en la pista, pero se aferraba con uñas y dientes a su saque (4-4).
El de Córdoba no aminoraba. Se adjudicó el quinto juego en blanco y restaba para ganar el duelo, algo que impidió Nadal no sin cierto grado de dificultad y que dio pie a una bola de rotura de saque con 5-5 que se llevó el español.
Fue el momento de inflexión del partido. El español no dudó y se llevó el siguiente juego -y el set de paso- sin miramientos. Se abría un nuevo envite con la duda del estado físico de Nalbandian, y no empezó de la mejor manera para éste.
El número dos del mundo inauguró el tercer set con un nuevo "break" y afianzó su servicio (2-0, 3-1, 4-2) hasta que ejecutó otra rotura de saque -con juego en blanco- ante un Nalbandian que siguió luchando hasta la extenuación.
Se apuntó dos juegos seguidos y tuvo dos bolas de "break" con 5-4, pero finalmente hincó la rodilla justo después de lanzar la raqueta al suelo e inmediatamente antes de dar patadas a su silla en señal de frustración.