Cuando el balón eche a rodar el fin de semana del 15 al 17 de agosto de 2025, el Real Mallorca arrancará la temporada número 33 de su historia en Primera División. Pero no solo eso, además abrirá también el segundo ciclo más largo en la máxima categoría solo superado, como es lógico, por ese largo periplo que le llevó a disfrutar durante 16 temporadas consecutivas en Primera División, concretamente desde la 86/87 a la 2012/2013.
El último ascenso del equipo rojillo fue en 2021 y desde entonces, sufriendo en más de una ocasión, el equipo ha logrado encadenar cuatro temporadas seguidas en Primera y este agosto arrancará la quinta.
Seguramente hoy valoramos mucho más lo que supone seguir en Primera División porque el descenso a Segunda ya fue un trauma, pero nadie podía llegar a imaginar que el club caería tan bajo dando de golpe con sus huesos en la Segunda División B al término de la temporada 2016/2017.
Quien ha mordido el polvo sabe bien el tesoro que supone estar en la categoría de oro como lo ha estado el equipo durante 32 años. Este verano arrancará el 33, la edad de Cristo. Nada puede salir mal.
La historia del Mallorca ya con sus 109 años encima, ha estado plagada de subidas y bajadas. Más que nunca le viene al pelo el himno que compuso Joaquín Sabina para el Atlético con motivo de su Centenario ya que si alguien sabe lo que es subir y bajar de las nubes este es el Real Mallorca. El primer ascenso a Primera llegó al término de la temporada 1959/60 cuando los héroes de Vallejo, un puñado de jugadores con enorme talento y gran calidad, inscribieron para siempre con letras de oro sus nombres en la página de la historia mallorquinista. Capitaneados por Juan Carlos Lorenzo, el Mallorca besó las mieles de la Primera donde estuvo por espacio de tres temporadas seguidas. Joan Forteza fue el autor del primer tanto en la máxima categoría, que se perdió al término del curso 62/63.
Dos años más en el infierno para volver a subir en el 65 con César Rodríguez en el banquillo y una plantilla donde todavía permanecían hombres como Doro, Bolao, Sans, Forteza y Amador. Inolvidables nombres de un Mallorca que solo pudo permanecer una temporada más en Primera para volverá bajar de inmediato. En el 69 de nuevo el once bermellón abrazó el agradable sabor de la Primera tras ascender con Sergio Rodríguez en el banquillo. Y tras subir al cielo, inmediatamente llegó el bajón al infierno la temporada siguiente. Por un motivo u otro el Mallorca no se consolidaba en la categoría de oro y caía una y otra vez víctima de sus errores y de su planificación. Y ahí entró en una espiral terrible que acabó con el Mallorca en Segunda y cayendo a Tercera y una campaña en Segunda B.
Fueron los años duros donde el mallorquinismo auténtico seguía al equipo esperando tiempos mejores. Unos tiempos que llegaron coincidiendo con la entrada de Miquel Contestí en el club ya como presidente y mandando. Anteriormente había gozado de experiencias en el seno de la directiva, pero no fue hasta entrado el año 78 cuando dio el paso definitivo y subió al Mallorca de Tercera a Primera División.
Su gran alegría y el fruto al trabajo de muchos años y de mucho sufrimiento llegó con el milagroso ascenso en el Bernabéu ante el Castilla.
Pero de nuevo la alegría duró una temporada porque al año siguiente se volvió a descender. Tras dos campañas en Segunda, Las Gaunas volvió a ser otro de los escenarios marcados en rojo par la afición ya que ante el Logroñés se abrazaba otra vez la Primera, categoría donde militó otras dos temporadas más. Al término del curso 87/88 se perdió la categoría tras caer ante el Oviedo en la promoción, pero al año siguiente, contra el Espanyol también en el playoff se ganaba la Primera, idilio que duraría tres temporadas. Llegó entonces la marcha de Contestí y la etapa de Dalmau donde se orquestó la transformación en Sociedad Anónima y se permaneció por espacio de cinco temporadas en la categoría de plata. El segundo año de la era Bartolomé Beltrán el Mallorca ascendió y abrió su etapa más longeva en Primera, 16 años seguidos.
La inestabilidad institucional provocó varias crisis deportivas que acabaron con la caída a Segunda y de ahí a Segunda B. La ‘Nit de Sant Joan’ de 2019 el Mallorca ascendió a Primera con Vicente Moreno y al año siguiente bajó. Regresó a la Liga de las estrellas con García Plaza y ya no ha vuelto a bajar. Este agosto volverá a empezar otra temporada en el universo estelar donde se ubican los mejores.
Todos los equipos reforzandose y los que estan de vacaciones desde Diciembre sin fichar a nadie. Ole. Para hacer lo que hace Ortells, lo puedo hacer yo cobrando 10 veces menos