Pablo Torre Carral (Soto de la Marina, 2003) está a punto de convertirse en el primer fichaje del Mallorca para la temporada 2025-26. El cántabro, que se ha ido quedando sin espacio en el Barcelona de Hansi Flick, quiere seguir el mismo camino de otros muchos jugadores cargados de talento, que tras una fase de penumbra encontraron en la isla el lugar perfecto para desplegar su fútbol y darle un empujón a una carrera que, desde muy pronto, ya apuntaba hacia el cielo.
Pablo Torre conoce muy bien el fútbol de elite y la terrible exigencia que implica competir en un entorno como el de la Primera División. Aunque todavía no ha llegado al medio centenar de partidos de rodaje en la máxima categoría, lo ha mamado desde que era un niño. Su padre, Esteban Torre, una pieza fundamental en su vida personal y deportiva, fue jugador del Racing de Santander en los noventa y su foto aparece en algunas de las gestas que protagonizó el conjunto cántabro durante esa época, como el 5-0 que le endosó al Barça de Johan Cruyff en El Sardinero y en el que él intervino marcando uno de los goles. Luego siguió jugando en Segunda con el Logroñés, con el Toledo o con el Universidad de Las Palmas.
Curiosidades familiares aparte, Pablo Torre agarró hace menos de un lustro la bandera que otro día portaron Iván de la Peña o Sergio Canales como grandes magos del siempre prolífico fútbol cántabro. El centrocampista fue determinante en el último ascenso del Racing a Segunda División (2022), con el que disputó más de 30 partidos con apenas 18 años en los que marcó una decena de goles. Solo un exmallorquinista, Cedric Omoigui, mejoró sus cifras. En la última temporada que pasó su tierra también compartió vestuario con Miquel Parera o Álvaro Bustos.
La explosión traspasó los muros de la Primera RFEF en la que militaba y aceleró su llegada a un grande. El Barcelona se adelantó a su fichaje todavía con la temporada en marcha y puso sobre la mesa algo más de cinco millones de euros para extenderle un contrato hasta 2026 y blindarlo con una cláusula de 100 millones de euros. Para Pablo Torre acababa una etapa trascendental en su vida que había comenzado en 2015, cuando se estrenó con el Infantil B del Racing para ir subiendo después todos los escalones posibles. Hasta que en abril de 2020 suscribió su primer contrato profesional.
En septiembre de 2022 debutaba como azulgrana a lo grande, en un partido de Champions contra el Viktoria Plzen. Luego lo haría con el Barcelona Atlètic de Rafa Márquez y un mes después, de regreso al primer equipo, ya tomaba la alternativa en Primera División a las órdenes de Xavi Hernández. Jugó ocho partidos del campeonato y sumó su primer título de Liga. También repitió en dos encuentros más de la Liga de Campeones, donde marcó su primer gol, y tuvo minutos como titular en las primeras rondas de la Copa del Rey.
En su segunda temporada (2023-24), Pablo Torre se marchó cedido al Girona, pero nunca llegó a tener un papel demasiado relevante. En el conjunto de Míchel, la gran sensación de la Liga en ese momento, sumó menos de 700 minutos y solo fue titular cuatro veces antes de volver al Barça.
En la estampa del último campeón, Torre tampoco ha tenido una presencia muy llamativa. Vivió su mejor momento en octubre, marcándole dos goles a Sevilla en menos de un cuarto de hora, pasó de puntillas por la Champions y ni siquiera disfrutó de las últimas rondas de la Copa. Hasta que a finales de marzo desapareció por completo del campo y de la libreta de Hansi Flick.
Con su salida del Barça —donde no llegará a apurar del todo su contrato− y su llegada al Mallorca, Pablo Torre intentará sacar otra vez todo lo que guarda en la chistera. Todo esa clase que ha ido repartiendo en pequeños frascos desde que salió de casa para convertirse en una estrella. Son Moix y Jagoba Arrasate le esperan.
Alex GarciaSi, el mismo que te ha puesto también a tí un negativo y seguro que tiene guardado otro para mi ¡Seguro que es balearico y del Madrid!, me huelo quién es, pero no digo el nombre porque no tengo pruebas. Pablo Torre está más que hablado y lo será el 1 o 2 de julio ¡Que se ha guardado la opción de recompra el Barcelona por 10 millones el año que viene y 12 el siguiente!. Pero la sorpresa es otra, porque es nada más y nada menos que puede venir el talentoso jugador danés de 19 años que juega de extremo derecho (en el puesto de Lamine) en el FC Copenhague y se llama Roony Bardghji que el Barcelona pagará por él 2 millones de euros fijos más variables, y este vendría cedido ¡Y al Mallorqueta nos vendría de perlas, porque buscaban un jugador con esas características! a ver que pasa ¡¡AMUNT MALLORQUETA!!. Saludos.