Carlo Ancelotti y Jagoba Arrasate aparcarán este miércoles, puede que para siempre, una rivalidad marcada por el respeto y el cariño. Un enfrentamiento que empezó en 2013, cuando el italiano dirigía en su primera etapa al Madrid y el vasco daba su primeros pasos en la elite con la Real Sociedad, y que acabará seguramente bajo los focos del Bernabéu, solo unas semanas antes que el técnico de Reggiolo agarre los mandos de la selección brasileña.
«Poco puedo hablar yo de él, los números lo hacen por sí solos», decía este martes Arrasate cuando le preguntaban por Ancelotti. «Es uno de los mejores de la historia y seguramente el mejor del Real Madrid, fija si es decir. Ahí no voy a entrar, pero sí en lo personal: siempre ha sido muy cariñoso conmigo, muy respetuoso, tenemos una buena amistad y no sé si el miércoles le veré por última vez, ya le preguntaré», añadía sobre la posibilidad de que sea la última vez que se ven las caras en un campo.
El balón ha cruzado directamente a Arrasate y Ancelotti una docena de veces, algunas tan especiales como la de la semifinal de la Supercopa en Yeda del pasado mes de enero y, sobre todo, la de la 2023 en La Cartuja. Osasuna jugaba la segunda final de la Copa del Rey de su historia y, como Ancelotti le había avanzado a Jagoba en una conversación antes de un partido de Liga que captaron las cámaras de televisión, ambos se citaron en Sevilla para competir por un título que se acabó llevando el Madrid gracias a los goles de Rodrygo (2-1).
Aunque Arrasate solo ha derrotado una vez a Carletto en sus duelos directos (en la 2014, la que fue su última victoria como preparador de la Real Sociedad), el técnico del Mallorca ha puesto muchas veces en apuros al italiano. La última de ellas en la primera jornada del campeonato. Jagoba se estrenaba como bermellón en partido oficial y ponía contra las cuerdas a un Madrid que venía de ganar la Supercopa de Europa (1-1). Luego volvieron a verse en Arabia y aunque los blancos acabaron goleando (3-0), el marcador estuvo en un puño hasta los instantes finales.
Este miércoles se rodará el episodio final de una confrontación especial que para uno y otro tiene mucho valor, aunque sea por razones muy diferentes. En el caso de Arrasate, que este martes celebrará el Día del Entrenador, será partido número 500 como profesional: «Es una cifra redonda que al final a nivel personal es importante, pero lo más importante no es hacer 500 sino recordar esos 500 como un día inolvidable. Y para eso, pues qué mejor que ganar en el Bernabéu».