El colegiado del encuentro entre el Mallorca y el Espanyol, Alejandro Quintero González, repitió la última pena máxima porque invadieron el área futbolistas de cada equipo, según explicaron los técnicos en la rueda de prensa posterior al choque.
El entrenador bermellón, Jagoba Arrasate, confesó a los medios de comunicación que la explicación del equipo arbitral fue que antes del lanzamiento de Abdón Prats un jugador de cada equipo invadió el área, por lo que decidieron repetir un penalti que posteriormente transformó Vedat Muriqi.
La confusión de la jugada vino porque, tras el disparo, el juego continuó sin que el esférico saliera del campo y hubo una acción de ataque de los blanquiazules que bien pudo llevar a pensar que se revisaba una tarjeta roja para el central mallorquinista Martin Valjent, pero una vez salió se pudo revisar la acción.
Tras varios minutos de incertidumbre en Son Moix, los aficionados y futbolistas entendieron que se revisaba el penalti al mostrar la repetición en los videomarcadores del estadio, y la pena máxima se repitió cinco minutos después de lanzarse por primera vez.
La decisión provocó la indignación del técnico blanquiazul Manolo González, que admitió irse con «cara de imbécil» y dijo que «no había visto algo así en la vida», mostrando su disconformidad por los tres penaltis pitados para los locales y asegurando que si decía lo que pensaba «tal vez no podría volver a entrenar».