¿Dominik Greif o Leo Román? La portería del Mallorca sigue mutando y cambiando de piel con frecuencia. Sin un propietario en exclusividad y después de cuatro cambios de guardia en una docena de jornadas, uno y otro se reparten el protagonismo en una posición poco expuesta a las variaciones. Un hecho que, sin embargo, apenas ha afectado los números del equipo balear y a su seguridad dentro del área. Solo hay un equipo en toda la Primera División, el Atlético de Madrid, que haya encajado menos goles.
Después de dos temporadas en las que Predrag Rajkovic era el dueño del portal (el serbio únicamente se perdió cuatro partidos de Liga mientras estuvo en el club), Jagoba Arrasate ha apostado por mantener cierta tensión en la portería con Greif y Leo Román. Es una de las cosas que había advertido a su llegada el entrenados vasco, que ya hizo algo parecido con Sergio Herrera y Aitor Fernández cuando era entrenador de Osasuna. En Son Moix, y visto lo visto en este comienzo de campeonato, sería el eslovaco el que aparecería como titular en el once tipo del Mallorca pese a que ya ha sido relevado en cuatro ocasiones en apenas dos meses. Sobre todo, cuando los partidos se han ido amontonando. Las entradas puntuales del guardameta ibicenco, que fue uno de los más destacados en Mendizorroza pese a la derrota, no solo no han afectado al rendimiento del grupo, sino que lo han estabilizado.
El reparto de minutos en la portería del Mallorca no es equitativo. Dos de cada tres partidos los juega Greif y el tercero, Leo Román. El exportero del Slovan de Bratislava ha pasado 720 minutos bajo el larguero en los que ha encajado siete goles mientras que el cancerbero cedido la temporada pasada al Real Oviedo ha recibido dos tantos en contra en los 360 minutos que ha estado en el campo. Con el primero se han recogido 11 puntos y con el segundo, con el que hasta el pasado viernes no se había perdido, la suma total es de siete. Cifras equilibradas para un Mallorca en el que prima la regularidad por encima de todo.
Aunque entre la afición se mantiene el debate sobre si tiene que jugar uno u otro y se discute acerca de si es conveniente rotar tan a menudo en un puesto estratégico en el que la confianza resulta capital, lo cierto es que la portería del Mallorca parece bien custodiada. Un punto seguro que han abandonado ya los fantasmas de hace un par de campañas, en la que hasta cuatro porteros (Manolo Reina, Sergio Rico y los dos guardametas actuales) participaron el camino hacia una sufrida y agónica permanencia.
Tanto Greif como Leo Román manejan argumentos que avalan su titularidad. El eslovaco, que el curso pasado aprovechó la pasarela de la Copa del Rey para recuperar el crédito que había perdido entre lesiones y apariciones poco convincentes, se ha mostrado seguro en el papel de primer portero pese a que en el Mallorca nunca ha jugado más de tres partidos seguidos. Y lo ha hecho más allá de esas dudas puntuales que le han asaltado, sobre todo en algunas salidas, durante los últimos encuentros. A Leo Román, menos participativo pero igual de fiable, le rebosa la confianza. Lo demostró contra el Alavés, en un partido en el que puso a prueba los nervios de la afición al recurrir más de una vez a su juego de pies para sacar el balón de las zonas de conflicto.
El debate sigue activo y eso, por el momento, supone una buena señal para un Mallorca que permanece alojado en la mitad superior de la Liga, apartado del ruido y de los problemas que abundan junto al sótano de la clasificación. ¿Quién jugará contra el domingo contra el Atlético de Madrid en Son Moix? Un acertijo sin respuesta que se repite semana a semana entre los aficionados bermellones y que fuera de la isla tiene atormentados a los jugadores de las ligas fantasy. Ahora mismo, solo Jagoba Arrasate tiene la respuesta.