De tú a tú. Sin tapujos ni cadenas. Osasuna y Mallorca se plantaron sobre el césped de El Sadar siendo fieles al estilo de sus entrenadores. A base de golpes, los dos equipos buscaron el gol, pero tan sólo fue el equipo de Vicente Moreno el que lo encontró en las botas de Rubén García. Un tanto que dejó evidencia la falta de de alternativa de los de Arrasate. En mitad de la emoción del homenaje previo, durante los 90 minutos, el peso del partido fue local ante la imprecisión isleña en cualquier ataque.
Al inicio del encuentro, el conjunto local sacó sus primeros tiros de fogueo ante un Mallorca impreciso en la base de la jugada. Ni Valjent ni Raillo consiguieron encontrar, de alguna manera, la mejor opción para salir jugando. Con Mascarell y los interiores neutralizados, los de Vicente Moreno se acercaron al área de Greif. El eslovaco volvió a justificar la paciencia del Mallorca en su elección y mantuvo con vida a su equipo hasta el descanso. Primero a un chut cruzado de Aimar Oroz que le pilló a contrapié y que salvó con seguridad. Poco después, en un ataque impulsivo de un Osasuna reactivo, voló para evitar que Budimir se convirtiese en verdugo de su ex equipo. Entre medias, Oroz quiso mandar un disparo a guardar, pero su obra de arte se quedó sin firma porque el palo se opuso.
Por su parte, el Mallorca lo intentó encontrando en Muriqi una boya que pivotaba entre Herrando y Catena para dar alternativas a una segunda línea imprecisa. Sin embargo, en dos ocasiones rozó la ventaja en dos centros nacidos del pie izquierdo de Johan Mojica. El cafetero sirvió en bandeja de plata dos balones a Muriqi y Asano para que marrasen sus opciones de poner el 0-1 en el electrónico. Y cuando fallas en El Sadar, lo pagas.
Un gol tempranero
Del dicho al hecho hay un paso. En la reanudación, tras unos acercamientos inofensivos de Osasuna, llegó el tanto. En la jugada menos elaborada de los navarros, Aimar se regodeó ante los defensores del Mallorca. Con dos disparos rechazados, le llegó el balón a Rubén García que batió por abajo a un Greif totalmente vendido. El tanto dio fuerza a los de Vicente Moreno que empezaron a monopolizar la pelota y a atacar la zona de influencia de Mojica.
Con ventaja, Osasuna se sintió muy cómodo ante la falta de recursos en los últimos metros. Tal fue la poca mordiente del Mallorca en la segunda parte que no fue capaz de incomodar ni en una sola acción a Sergio Herrera. Únicamente un intento de Samú Costa en el que el meta navarro estuvo sólido para interceptar un balón que iba destinado para que Muriqi igualase el marcador.
Jagoba Arrasate intentó poner remedio para que el equipo dibujase alguna variante en tres cuartos de campo, pero ni Antonio Sánchez, ni Morlanes consiguieron abrir su imaginación para encontrar los huecos en el muro rojillo. El aragonés intentó ser mandón en su entrada al terreno de juego, pero se fue esfumando al paso de los minutos hasta desaparecer del terreno de juego ante la seriedad pamplonesa.
Tras el empate con sabor a victoria ante el Real Madrid, la cruda realidad se cruza en el camino del Mallorca y deja claro que en esta última semana de mercado necesita nuevas piezas. Ahora la pelota está en el tejado de Pablo Ortells, de mientras, Jagoba sobrevive con sus hombres.
Ficha técnica
CA Osasuna - Real Mallorca
CA Osasuna: Sergio Herrera; Abel Bretones, Herrando, Catena, Areso (Nacho Vidal, min. 78); Torró, Moncayola, Aimar Oroz (Iker Muñoz, min. 78) (Pablo Ibáñez, min.81), Rubén García (Moi Gómez, min. 70), Bryan Zaragoza y Budimir (Raúl García, min. 78).
Real Mallorca: Greif; Mojica, Raillo, Valjent, Maffeo; Mascarell (Morlanes, min. 61), Samu Costa, Sergi Darder (Abdón, min. 85), Dani Rodríguez (Antonio Sánchez, min. 78), Asano (Larin, min. 61); Muriqi.
Goles: 1-0, min. 55, Rubén García.
Árbitro: Cordero Vega (Comité cántabro) amonestó a Areso, Sergio Herrera, Larin.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de La Liga EA Sports disputado en El Sadar ante 19.900 espectadores