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DESPLAZAMIENTO

Alfonso Díaz: «Estamos preparados por si hacen falta más barcos o aviones»

El Real Mallorca ya ha vendido 17.500 entradas y la Plaça de la Reina, posible ubicación de la pantalla gigante

Vicente Fenollar (Avoris), Alfonso Díaz (Real Mallorca), Othman Ktiri (OK Mobility), Dolors Feliu (Caixabank), Jaime De La Puente (Balearia), Rafael Roig (Ajuntament de Palma), Susanna Sciacovelli (Consell de Mallorca), Joan Antoni Ramonell (Govern), Mayra Berciano (Vueling) y Richard Clark (Air Europa), este viernes en el césped de Son Moix. | Real Mallorca-Twitter

| Palma |

El Real Mallorca ha mantenido en la mañana del viernes una reunión en el estadio de Son Moix con los sectores públicos y privados involucrados en el desplazamiento de 20.000 aficionados a Sevilla con motivo de la disputa de la final de la Copa del Rey el próximo 6 de abril entre el conjunto bermellón y el Athletic de Bilbao. El CEO de Negocio del Real Mallorca, Alfonso Díaz, ha informado de que «ya hemos vendido 17.500 entradas y estamos preparados por si se necesitan más aviones o barcos». Por su parte, el director general d'Esports del Ajuntament de Palma, David Salom, ha avanzado que la Plaça de la Reina es el lugar con más posibilidades donde se instale la pantalla gigante el día del partido. De los aficionados desplazados a Sevilla, 1.500 lo harán en barco y autobús y el resto en avión.

Díaz ha mostrado su satisfacción por «cómo las empresas e instituciones se han volcado para permitir que casi 21.000 mallorquinistas vayan a estar presentes en esta cita. Uno de nuestros lemas es Junts som millors y este hecho viene a corroborar la unión que existe entre los sectores de la sociedad». el directivo ha mostrado su satisfacción con los responsables de líneas, aéreas, de transporte marítimo y de transporte por carretera «que han ajustado sus márgenes de beneficio» para que el esfuerzo económico de los aficionados sea lo menos gravoso para los aficionados. «Quedan entre 3.000 y 3.500 entradas por vender. «Poco a poco las iremos sacando para que ninguno se quede sin entrada hasta que nos juntemos 21.000 dimonis en Sevilla», explicó Díaz quien sin embargo no detalló si, en el caso de sobrar entradas, se pondrán a la venta para el público general. «Nuestra intención es que si los socios ya han satisfecho sus necesidades el resto sean también para mallorquinistas». El alto ejecutivo añadió que en el club se está trabajando para evitar las posibles actitudes ilegales de reventa. El CEO de Negocio también ha hablado de la Fan Zone, instalada en el Parque del Alamillo. «La Policía es quien decide el lugar. En esta ocasión creo que es una buena ubicación porque está a apenas 10 minutos andando del estadio de La Cartuja. El club es quien se encarga de la organización y queremos que sea un espacio de encuentro donde habrá música, juegos, comida y bebida en las horas previas al encuentro».

Díaz ha estado acompañado del presidente de la empresa Avoris, Vicente Fenollar; el CEO de Ok Mobility, Othman Ktiri; la directora comercial de Banca Retail de CaixaBank en Baleares, Dolors Feliu, la relaciones institucionales de Vueling, Mayra Berciano; el director general de Air Europa, Richard Clark; el director comercial de Balearia, Jaime De La Puente, y del presidente de la Federación Balear de Transportes, Rafael Roig. Por parte de las instituciones estuvieron presentes la directora de la Fundació Mallorca Turisme, Susanna Sciacovelli; el director general d'Esports, Joan Antoni Ramonell, y el director general d'Esports del Ajuntament de Palma, David Salom.

Este último explicó que la Plaça de la Reina será, con toda probabilidad, el lugar donde se vaya a colocar la pantalla gigante el día de la final. «También se habilitará el parking de Son Moix para que todos los aficionados que van a Sevilla puedan dejar sus vehículos y sean trasladados al aeropuerto o al puerto. También estamos viendo la posibilidad de entregar un picnic para los pasajeros de los barcos». Por su parte, Ramonell reconoció que «el Gobierno no nos ha hecho caso» en la reclamación del descuento de residente insular para los pasajeros de los aviones y barcos. «No se ha visto reconocida la insularidad a pesar de que el Parlament votó a favor».

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