El Mallorca quiere que Sergi Darder con vistas a la próxima temporada, pero el deseo del director deportivo, Pablo Ortells y también del técnico, Javier Aguirre, es igualmente compartido por otros clubes de España que tienen al balear en su lista de prioridades de cara al curso 2023-24. El precio de salida fijado por el Espanyol se sitúa en 10 millones de euros una vez consumado el descenso a Segunda División, aunque la realidad indica que dada la situación deportiva y económica del club, la venta estaría más cercana a los seis o siete millones que no a la cantidad inicial. Asimismo, según desvelaba Mundo Deportivo, existiría una cláusula liberatoria una vez consumado el descenso, por lo que Darder podría salir cedido a otro equipo si el club de destino se hace cargo de la totalidad de su ficha.
Esta circunstancia ha motivado que el interés de varios equipos de la Liga se haya concretado estas últimas horas y al Mallorca ya le han salido competidores, alguno de ellos muy poderoso y que dificultará en gran medida los deseos de Ortells de contar con el jugador de Artà. Estas últimas 24 horas tres equipos de la Liga, concretamente Valencia, Betis y Rayo Vallecano ya han iniciado los contactos con la agencia de representación del futbolista para conocer el coste que conlleva la operación y trazar el plan a seguir. En Europa el interés de varios clubes ha despertado a las puertas del mercado de verano y el Torino, club que ya intentó ficharle en el mes de enero, ha vuelto a insistir ahora y también le pretende con fuerza.
En cualquier caso y como es lógico el Mallorca no está ni mucho menos solo en su intención de hacerse con los servicios de Sergi, pero tiene una gran baza a su favor y es el cariño que Darder siente hacia el club balear y más allá de que finalmente la operación pueda llevarse a cabo o no, es el equipo donde le gustaría jugar la próxima temporada y las siguientes.
Sin embargo, en un mercado tan competitivo, no solo cuentan los sentimientos y Ortells tendrá que seducir al futbolista con una oferta económica acorde con su talento y además con un proyecto que al propio Sergi también le genere confianza. Durante estas últimas temporadas el futbolista ha vivido un tobogán incontable de presión ya que sobre sus espaldas recaía gran parte de la responsabilidad de organizar el juego del Espanyol y eso genera un estrés lógico al que Sergi no ha renunciado y que ha hecho frente día a día hasta convertirse en el líder del equipo.
La marcha de Galarreta y seguramente de Kang In Lee, obliga a reforzarse con un futbolista especial y que tenga esa brújula que el equipo necesita en la sala de máquinas y que en su día, por ejemplo, representó también Salva Sevilla. Por el momento Sergi permanece alejado de todo este ruido generado a su alrededor ya que moralmente todavía está muy tocado por el descenso del Espanyol.
Más allá de la estima que tiene al Mallorca, no hay que olvidar que el futbolista se marchó al club blanquiazul siendo un niño y pese a que tuvo que salir y crecer profesionalmente en el Málaga y el Lyon, su compromiso y amor hacia la entidad catalana que le contrató siendo un niño ha generado una ligazón con la grada que es muy difícil de crear y él lo ha conseguido. El golpe recibido en Mestalla ha sido muy duro para un jugador de personalidad.