El estadio de Son Moix día a día está cambiando su fisonomía. Las obras de reforma que contemplan la eliminación de la pista de atletismo y por lo tanto acercar las gradas al césped van a buen ritmo. En estos momentos las actuaciones están localizadas en la grada de sol alta y baja, lugar donde los operarios centran sus esfuerzos.
El club confía en que a mitad de agosto, cuando arranque de nuevo la Liga, la primera fase esté finalizada y que si se genera un retraso por la dificultad de las mismas, sea mínimo y pueda resolverse pidiendo jugar el primer partido como visitante. Así lo manifestó el CEO de negocio del Mallorca, Alfonso Díaz, durante la visita que el club ha llevado a cabo para que los medios de comunicación sean testigos del avance de las actuaciones. «Se está cumpliendo con los plazos», dijo el ejecutivo del Mallorca. «Nuestro plan es tener finalizada esta primera fase para el inicio de la temporada, a partir de ahí veremos si hay que jugar el primer partido fuera o no, aunque trataremos de que no», apuntó.
La obra en esta primera fase contempla la reforma de las gradas sol alta y baja, que tendrán una capacidad para 10.000 aficionados, 6.000 en la parte superior y 4.000 en la inferior. Las obras de la cubierta de sol arrancarán en julio y la distancia final entre sol baja y el césped será de 7,5 metros. El club va a situar también 12 tornos más con el fin de facilitar la entrada al campo y los asientos serán también nuevos.